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1 - Universidad de Sevilla

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Cosmo poUs<br />

102<br />

LEGRÍA <strong>de</strong>slumbradora <strong>de</strong> una mañana <strong>de</strong> primavera.<br />

Esta mañana, los rosales han florecido más<br />

temprano que <strong>de</strong> costumbre, y la rosa más linda<br />

se ha colgado su sarta <strong>de</strong> rocío sobre la corola <strong>de</strong><br />

terciopelo y <strong>de</strong> nácares, como un collar <strong>de</strong> per-<br />

las finas. Su hermosura causa la envidia y admiración <strong>de</strong> todos los<br />

capullos donjuanes <strong>de</strong>l rosal, que se balancean altivos, enhiestos y<br />

<strong>de</strong>safiadores, sobre sus tallos frágiles. Y en alas <strong>de</strong>l airecillo maña-<br />

nero, que les trae su saludo, todos envían a la fragante rosa sus per-<br />

fumes <strong>de</strong> juventud y sus reverencias cortesanas, que tienen ritmos<br />

<strong>de</strong> minué...<br />

Como lluvia <strong>de</strong> oro, sobre el rosal cargado <strong>de</strong> fragancias nobles,<br />

el sol ha <strong>de</strong>splegado la capa pluvial <strong>de</strong> sus fiestas solemnes <strong>de</strong> primavera.<br />

Mariposita y Don Abejorro salen <strong>de</strong> paseo para gozar <strong>de</strong> la gloria<br />

matutina que el huerto florecido exhala. Los dos vuelan ágiles,<br />

apenas zumbadoras sus alitas hume<strong>de</strong>cidas por la frescura <strong>de</strong>l ambiente.<br />

—¡Huy, qué rosa más linda!—exclama <strong>de</strong> pronto Mariposita.<br />

—Veamos, veamos—dice Don Abejorro.<br />

Y vuelan en torno <strong>de</strong> la flor, erguida como reina entre los capu-<br />

llos <strong>de</strong>l rosal, pensando cada uno <strong>de</strong> modo muy distinto. La mari-<br />

posa envidia sus colores, aspira su fragancia, contempla las perlas<br />

<strong>de</strong> rocío que adornan sus pétalos, y apenas <strong>de</strong>sea otra cosa que<br />

sentirse arrebatada por la embriaguez <strong>de</strong> tanta belleza como le<br />

produce la contemplación <strong>de</strong>l lindo tesoro mañanero.<br />

w t a y<br />

CUENTO INFANTIL<br />

POR<br />

RALA AL<br />

A Don Abejorro, por el contrario, no le seduce la belleza fragante<br />

<strong>de</strong> la flor; piensa en que será un exquisito bocado para sus ansias<br />

<strong>de</strong> holgazán empe<strong>de</strong>rnido. Pala<strong>de</strong>a ya el néctar <strong>de</strong> su cáliz, la pulpa<br />

esponjosa <strong>de</strong> sus pétalos aurirrosados, y estremécese <strong>de</strong> placer adi-<br />

vinando el banquete que se le prepara.<br />

—Magnífico <strong>de</strong>sayuno se nos ofrece, Mariposita—dice Don Abe-<br />

jorro, zumbando <strong>de</strong> satisfacción. Y ya disponíase a clavar sus fau-<br />

ces en ella, cuando Mariposita, toda emocionada, rogó a Don Abe-<br />

jorro que respetara la pureza <strong>de</strong> la rosa.<br />

—Es tan única—dijo—, que me han enamorado su fragancia y<br />

su color, la <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za <strong>de</strong> su forma y la elegancia <strong>de</strong> su atavío. ¡Es<br />

tan linda! Acaso no haya otra igual en los rosales ; y <strong>de</strong> seguro que<br />

para saciar nuestros apetitos sí que hallaremos otros bocados más<br />

sabrosos que éste.<br />

—Quiero darte gusto, pero será inútil ; nadie se aprovechará <strong>de</strong> su<br />

belleza, y nosotros habremos perdido la ocasión <strong>de</strong> regalarnos con<br />

un manjar tan <strong>de</strong>licioso.<br />

—Qué importa. Si esto me produce la embriaguez que siento<br />

ahora mismo, como si me nacieran alas nuevas y estuviera enamo-<br />

rada <strong>de</strong> un rayo <strong>de</strong> sol, ebria <strong>de</strong> azul <strong>de</strong> cielo y envuelta en unas<br />

campanadas <strong>de</strong> cristal...<br />

—¡Tú estás loca, Mariposita!—dijo Don Abejorro, renunciando<br />

al festín y continuando el vuelo en busca <strong>de</strong> otras flores don<strong>de</strong> saciar<br />

sus apetitos.<br />

* * *

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