1 - Universidad de Sevilla

FÚTBOL
INTERNACIONAL
piración con sus bondades y
sus defectos; pero ornada la
creación inteligente con la
viveza, el fuego meridional,
la honda vehemencia que son
como los cuarteles exclusivos
de nuestro escudo atlético.
El milagro se ha hecho.
Ha bastado la fuerte volun-
tad de un hombre bueno, de
D. José María Mateos, nuestro
seleccionador nacional, para
que el molde viejo de nuestros
fracasos cayera hecho añicos.
Ya era mucha furia, muchas
individualidades brillantes y
mucho respeto a las históricas consagraciones, a costa del progreso
y prestigio de nuestro deporte. Maldito sea todo aquel pasado, en
el que la claudicación y el temor a las rancias glorias inservibles
había estancado el nombre deportivo de España en la vergonzosa
zona del descrédito. ¡Hombres nuevos! ¡Hombres nuevos !—reclama-
ba a gritos la afición entera, y D. José María Mateos se los dió. Que
su generosidad sea premiada.
El equipo portugués que fué derrotado por el español
Cosmo-po4s
Fortalecía el ánimo la simple contemplación de aquellos cinco
hombres que en el ataque español recibían su bautismo de gloria
en el campo internacional. Aquéllos eran otros. España aun no estaba
borrada como potencia deportiva en el cuadro universal de los países
de vanguardia. Todo lo perdido, todo lo abandonado lo recogía para
su país ese nuevo equipo español que entre los cármenes sevillanos
batía con superioridad incontestable al fuerte conjunto portugués
en pleno camino de sus triunfos.
Un ataque de la
delantera española
¿Qué mayor homenaje para esos vencedores
que ofrecerlos en estampa corrida como el airón
de estos trazos informativos dejados sobre el papel
cuando aun la mano estaba caliente por la
emoción del momento excelso? Vedlos en su natu-
ral apostura antes del choque inolvidable. Ni una
mirada torva, ni un gesto de duda. Con la sonrisa
fácil del que se sabe fuerte y sabe mirar confiado
hacia el instante próximo que ha de ser clarín de
victoria.
Vencido Portugal, Francia espera.
¡Vencerán!, grita el templado ánimo que supo
de todos los fortalecimientos insospechados allá
a la vera de los sevillanos cármenes, ante el friso
nuevo de once hombres que sabían lo que llevaban
en rojo y gualda sobre sus zamarras y en el
lado izquierdo, para que se sintiera más próximo
al corazón.
(Fotos Serr3/70)
.A.111n11.
Ailn•nnn
1n11..1111,
111111n1nP
,1•11.1n•
RIENZI
77
kir~mit