Boletín 301 - Diócesis de San Juan de los Lagos
Boletín 301 - Diócesis de San Juan de los Lagos
Boletín 301 - Diócesis de San Juan de los Lagos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
se alejen, salen <strong>de</strong>l tiempo y <strong>de</strong>l espacio. La<br />
ascensión <strong>de</strong> Jesús, en cambio, es pasar <strong>de</strong>l tiempo<br />
a la eternidad, <strong>de</strong> lo visible a lo invisible, <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
seres humanos a Dios. Por eso, no se va, más bien<br />
cambia su modo <strong>de</strong> estar presente.<br />
El Evangelio <strong>de</strong> Marcos ubica la ascensión<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que el Señor da las indicaciones misioneras<br />
a <strong>los</strong> once discípu<strong>los</strong> (v. 19) y enfatiza<br />
que “fue elevado al cielo y se sentó a la diestra <strong>de</strong><br />
Dios”. La <strong>de</strong>recha en el lenguaje bíblico indica<br />
po<strong>de</strong>r, dignidad y honor; esta indicación acompañada<br />
<strong>de</strong> la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong>l Resucitado como<br />
Señor Jesús, sólo aquí en el caso <strong>de</strong> <strong>los</strong> Evangelios,<br />
refuerza la seguridad <strong>de</strong> que efectivamente<br />
Él estará colaborando con el<strong>los</strong> (v. 20). Es quizás<br />
el sentido <strong>de</strong> que sean presentadas juntas la exaltación<br />
y la entronización.<br />
Ahora bien, <strong>de</strong> acuerdo al relato <strong>de</strong> 2 Reyes 2<br />
la misión <strong>de</strong>l profeta que es arrebatado al cielo se<br />
prolonga en sus discípu<strong>los</strong> (vv. 14-18). Este<br />
<strong>de</strong>talle aparece con bastante claridad en el relato<br />
<strong>de</strong> Marcos. Llama fuertemente la atención que<br />
<strong>los</strong> modos <strong>de</strong> actuar <strong>de</strong> Jesús y sus acciones<br />
principales estén expresadas en las consecuencias<br />
para <strong>los</strong> que crean y la seguridad proporcionada<br />
a <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong>. Así, por un lado, encontramos<br />
que quienes crean actuarán en nombre <strong>de</strong><br />
Jesús, con su autoridad expulsando <strong>de</strong>monios,<br />
hablando lenguas nuevas... Todo esto tiene una<br />
carga simbólica pudiéndose referir con mucha<br />
seguridad a lo que había hecho Jesús, luchar<br />
contra el mal, entrar en contacto con la gente y<br />
proporcionar alivio a <strong>los</strong> más <strong>de</strong>sprotegidos. Por<br />
otro, el Señor garantiza su presencia en la misión<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong> en la coherencia en las Palabra<br />
y las acciones.<br />
De este modo, la ascensión <strong>de</strong>l Señor<br />
responsabiliza a <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong> (a <strong>los</strong> once y a<br />
quienes crean) <strong>de</strong> continuar con lo que había<br />
hecho Jesús mientras estaba con el<strong>los</strong>; el Maestro<br />
no se va, se queda para siempre pero <strong>de</strong> diferente<br />
modo a como había estado antes <strong>de</strong> morir y<br />
resucitar. La ascensión se convierte así en el<br />
inicio <strong>de</strong> una nueva tarea para <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong>:<br />
prolongar en la historia lo que había dicho y<br />
hecho el Maestro.<br />
Bol-<strong>301</strong><br />
MES DE LA BIBLIA<br />
Por su parte, el libro <strong>de</strong> Hechos <strong>de</strong> <strong>los</strong> Apóstoles<br />
presenta a unos discípu<strong>los</strong> preocupados <strong>de</strong> si<br />
la presencia <strong>de</strong> Jesús tenía que ver con el beneficio<br />
<strong>de</strong> algunos (el restablecimiento <strong>de</strong>l reino para<br />
Israel). La respuesta <strong>de</strong> Jesús <strong>de</strong>ja claro que su<br />
presencia <strong>de</strong>finitiva (resurrección y ascensión)<br />
<strong>los</strong> compromete más bien a ir al encuentro <strong>de</strong><br />
todos siendo sus testigos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Jerusalén hasta<br />
<strong>los</strong> confines <strong>de</strong> la tierra (Hech 1,8).<br />
2. Meditación<br />
De acuerdo a lo leído y reflexionado po<strong>de</strong>mos<br />
consi<strong>de</strong>rar que Jesús es el eterno presente; no se<br />
ha ido, ha cambiado su forma <strong>de</strong> estar con la<br />
gente. No ha <strong>de</strong>jado so<strong>los</strong> a <strong>los</strong> hombres en su<br />
caminar. Con el acontecimiento <strong>de</strong> la ascensión<br />
po<strong>de</strong>mos estar seguros que no andamos so<strong>los</strong>,<br />
que Dios se ha hecho nuestro eterno y seguro<br />
compañero <strong>de</strong> camino. Es posible que no siempre<br />
obtengamos lo que pedimos al Señor; pero es<br />
seguro que NUNCA nos <strong>de</strong>jará so<strong>los</strong> en nuestro<br />
caminar. Caídos o levantados, con aciertos o<br />
errores, felices o contentos, contamos con la<br />
presencia <strong>de</strong> Dios en nuestra historia.<br />
En segundo lugar, cada uno <strong>de</strong> nosotros (y <strong>los</strong><br />
que vengan posteriormente) somos responsables<br />
<strong>de</strong> prolongar lo que dijo e hizo Jesús. Si valoramos<br />
a<strong>de</strong>cuadamente la eterna presencia <strong>de</strong>l Señor<br />
entre nosotros <strong>de</strong>bemos responsabilizarnos por<br />
prolongar en nuestra historia (en el aquí y ahora)<br />
lo que Él dijo e hizo; no es para beneficiarnos<br />
como únicos dueños <strong>de</strong> Él sino para<br />
responsabilizarnos ante nuestros hermanos y nuestra<br />
historia.<br />
De este modo, la ascensión es la eterna compañía<br />
<strong>de</strong>l Señor Resucitado, por un lado; por otro, es<br />
la toma <strong>de</strong> conciencia <strong>de</strong> la responsabilidad que<br />
tenemos quienes nos <strong>de</strong>cimos sus discípu<strong>los</strong> para<br />
vivenciar en nuestra historia sus enseñanzas.<br />
3. Oración<br />
Agra<strong>de</strong>zcamos al Señor su presencia eterna<br />
entre nosotros.<br />
Pidámosle que sepamos profundizar y valorar<br />
su presencia eterna entre nosotros.<br />
pág. 45