Boletín 301 - Diócesis de San Juan de los Lagos
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Encontrarse con Jesucristo y seguirlo es una<br />
<strong>de</strong>cisión personal pero no individualista. El discípulo<br />
si quiere ser auténtico <strong>de</strong>be convencerse <strong>de</strong><br />
que el llamado que ha recibido sólo es posible<br />
vivirlo en comunidad. Esto significa que, a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> integrarse a ella, <strong>de</strong>be sentirse responsable <strong>de</strong><br />
su construcción.<br />
La comunidad nunca se termina<br />
<strong>de</strong> construir; hacer la comunidad es<br />
una tarea permanente.<br />
1. No es posible ser discípu<strong>los</strong><br />
sin la comunidad<br />
El discípulo es mejor en la medida<br />
en que se encuentra con Dios y<br />
con sus hermanos, en la medida en<br />
que se compromete seriamente y<br />
con la misma intensidad en ambas<br />
causas.<br />
Si el encuentro está marcado por la iniciativa<br />
divina, la respuesta <strong>de</strong>l ser humano como discípulo<br />
no pue<strong>de</strong> estar al margen <strong>de</strong>l encuentro con<br />
quien lo ha llamado. Sentirse elegido (Jn 15,16)<br />
<strong>de</strong>be provocar un <strong>de</strong>seo permanente por relacionarse<br />
con el Señor. Sin experiencia <strong>de</strong> encuentro<br />
con el Señor no es posible hablar <strong>de</strong> discipulado.<br />
A<strong>de</strong>más, el llamado aunque es individual tiene<br />
sentido comunitario; no pue<strong>de</strong> darse el seguimiento<br />
<strong>de</strong> Jesús al margen <strong>de</strong> la comunidad<br />
eclesial y <strong>de</strong> la comunidad humana en general.<br />
Jesús no sólo llamó a <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong> para que<br />
estuvieran con Él; para po<strong>de</strong>r estar con Él tenían<br />
que vivir con <strong>los</strong> <strong>de</strong>más. Para vivir y compren<strong>de</strong>r<br />
la fe en Jesucristo se necesita la comunidad.<br />
Cuando Jesús llama a que alguien le siga no es<br />
para que lo haga en solitario.<br />
En <strong>los</strong> Evangelios no se da el caso <strong>de</strong> un<br />
individuo, que se pusiera a seguir a Jesús y viviera<br />
Bol-<strong>301</strong><br />
SEGUNDA PARTE<br />
MES DE LA BIBLIA<br />
LA LA T TTAREA<br />
T AREA DEL DEL DISCÍPUL DISCÍPULO:<br />
DISCÍPUL O:<br />
CONSTR NSTR NSTRUIR NSTR UIR UN UNA UN A C CCOMUNID<br />
C OMUNID OMUNIDAD OMUNID AD DE DE HERMA HERMANOS<br />
HERMA NOS<br />
ese seguimiento al margen <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>más. Des<strong>de</strong> el<br />
primer momento Jesús llama a cuatro discípu<strong>los</strong><br />
(Mt 4, 18-22), formando así una comunidad. De<br />
tal modo que, <strong>de</strong> ahí en a<strong>de</strong>lante, todos <strong>los</strong> que van<br />
a ir siendo llamados por Jesús, no sólo es para que<br />
vivan con Él, sino al mismo tiempo para vivir en<br />
una comunidad <strong>de</strong> seguidores. Incluso<br />
en alguna ocasión el sujeto <strong>de</strong>l<br />
seguimiento es la comunidad.<br />
La iniciación y el crecimiento en<br />
la fe es gozo y alegría porque la<br />
persona se encuentra con Jesús pero<br />
también porque se encuentra en -y<br />
con- la comunidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> que le<br />
siguen. Por eso, para vivir el seguimiento,<br />
no basta la relación estrecha<br />
y permanente con Jesucristo,<br />
sino que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso, se necesita<br />
también entrar a formar parte <strong>de</strong><br />
una comunidad <strong>de</strong> seguidores.<br />
¿Po<strong>de</strong>mos ser verda<strong>de</strong>ros seguidores <strong>de</strong> Jesús<br />
si no nos interesa vivir en encuentro permanente<br />
y creciente con Él?<br />
¿Somos buenos discípu<strong>los</strong> si estamos al margen<br />
<strong>de</strong> la comunidad eclesial y <strong>de</strong> las auténticas<br />
aspiraciones humanas <strong>de</strong> nuestra sociedad? ¿Sí?<br />
¿No? ¿Por qué?<br />
¿Qué podríamos hacer, en qué podríamos pensar<br />
y en qué urge que nos capacitemos para<br />
formar discípu<strong>los</strong> amigos <strong>de</strong> Jesucristo y miembros<br />
vivos <strong>de</strong> la Iglesia y <strong>de</strong> la Comunidad Humana?<br />
2. Hacer discípu<strong>los</strong>, un encargo muy serio<br />
No es suficiente con integrarse a una comunidad<br />
<strong>de</strong> seguidores <strong>de</strong>l Señor; es necesario compartir<br />
la experiencia, la Buena Noticia, conseguir<br />
que otros se entusiasmen por seguir a Jesucristo.<br />
pág. 49