Boletín 301 - Diócesis de San Juan de los Lagos
Boletín 301 - Diócesis de San Juan de los Lagos
Boletín 301 - Diócesis de San Juan de los Lagos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
MES DE LA BIBLIA<br />
<strong>de</strong>scubrir en <strong>los</strong> <strong>de</strong>más la presencia real <strong>de</strong>l Señor.<br />
Por eso mismo, no es ninguna casualidad que<br />
el comportamiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> personajes esté en una<br />
clara progresión: las vírgenes buenas son pru<strong>de</strong>ntes,<br />
<strong>los</strong> administradores son buenos y fieles y <strong>los</strong><br />
que vieron al Señor en <strong>los</strong> más <strong>de</strong>sprotegidos son<br />
benditos <strong>de</strong>l Padre, here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l Reino y justos<br />
(Mt 25,34.47). En contraparte, las cinco vírgenes<br />
son necias, el siervo <strong>de</strong> la parábola <strong>de</strong> <strong>los</strong> talentos<br />
es malo, perezoso e inútil y, por último, quienes<br />
no <strong>de</strong>scubrieron al Señor en sus hermanos son<br />
malditos que harán compañía al diablo y sus<br />
ángeles.<br />
En resumen, la fiabilidad y<br />
la pru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l servidor está<br />
en progresión, va <strong>de</strong> menos a<br />
más: consiste en no <strong>de</strong>scuidarse<br />
en <strong>de</strong>talles que, aunque<br />
parezcan sencil<strong>los</strong> son <strong>de</strong>terminantes<br />
pues <strong>de</strong>notan -más o<br />
menos- la seriedad con la que<br />
se toman <strong>los</strong> asuntos <strong>de</strong>l Señor.<br />
A<strong>de</strong>más, sentirse administradores<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> bienes <strong>de</strong>l<br />
señor fue el gran acierto <strong>de</strong><br />
aquel<strong>los</strong> servidores; valoraron<br />
lo confiado y respondieron<br />
a<strong>de</strong>cuadamente a la confianza <strong>de</strong> su señor. En<br />
esta progresión el Evangelio enfatiza que para ser<br />
fieles y pru<strong>de</strong>ntes servidores se <strong>de</strong>be llegar al<br />
grado <strong>de</strong> ver, valorar y actuar convencidos <strong>de</strong> que<br />
en la otra persona está realmente Jesucristo. Por<br />
el contrario, la maldad <strong>de</strong> un servidor se percibe<br />
en <strong>los</strong> <strong>de</strong>scuidos, en la inutilidad y en la falta <strong>de</strong><br />
solidaridad.<br />
Con mucha seguridad pues el evangelio <strong>de</strong><br />
Mateo en su preocupación por configurar una<br />
auténtica comunidad seguidora <strong>de</strong> Jesucristo consi<strong>de</strong>ró<br />
<strong>de</strong> vital importancia presentar algunos<br />
rasgos para quienes estén dispuestos a ser servidores<br />
fieles y pru<strong>de</strong>ntes.<br />
2. Meditación<br />
Antes <strong>de</strong> reconocernos como servidores <strong>de</strong>l<br />
Señor es muy importante preguntarnos si nues-<br />
tras actitu<strong>de</strong>s correspon<strong>de</strong>n a esta responsabilidad,<br />
es <strong>de</strong>cir, si somos dignos <strong>de</strong> confianza,<br />
competentes y sensatos.<br />
Según el Evangelio es insuficiente para ser<br />
bueno no hacer cosas malas; es importante también<br />
no ser <strong>de</strong>scuidados. Para evitar <strong>los</strong> <strong>de</strong>scuidos<br />
<strong>de</strong>bemos valorar las posibles consecuencias <strong>de</strong><br />
nuestro comportamiento. La experiencia acumulada<br />
en nuestra vida, en la <strong>de</strong> la Iglesia y <strong>de</strong> la<br />
sociedad, nos enseña cuántos fracasos y <strong>de</strong>sgracias<br />
pue<strong>de</strong>n evitarse si somos pru<strong>de</strong>ntes, es <strong>de</strong>cir,<br />
si pensamos, compren<strong>de</strong>mos y somos competentes.<br />
Esto se convierte en una tarea indispensable<br />
pues a cada momento constatamos<br />
el riesgo <strong>de</strong> minimizar lo<br />
gran<strong>de</strong> o abultar lo pequeño,<br />
menospreciar lo importante o<br />
sobrevalorar lo trivial.<br />
El Evangelio (véase parábola<br />
<strong>de</strong> las diez vírgenes Mt 25, 1-<br />
13, espec. v. 5) no reprocha las<br />
posibles dormitadas a causa <strong>de</strong>l<br />
cansancio y <strong>de</strong> la espera; esto es<br />
normal. Sin embargo, sí reprueba<br />
<strong>los</strong> <strong>de</strong>scuidos pues en el fondo<br />
es una minimización y <strong>de</strong>sprecio<br />
<strong>de</strong>l futuro inmediato, <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> esfuerzos <strong>de</strong> nuestros hermanos,<br />
<strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong>l Señor.<br />
A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong> acuerdo al Evangelio que hemos<br />
reflexionado, para ser un servidor fiel y pru<strong>de</strong>nte<br />
es indispensable reconocer que el Señor ha confiado<br />
en nosotros. No somos dueños <strong>de</strong> <strong>los</strong> talentos.<br />
Más aún, en la medida en que nos comportamos<br />
como dueños en lugar <strong>de</strong> servidores, nos<br />
inutilizamos y ponemos en riesgo lo que se nos ha<br />
confiado. Los seres humanos tenemos el riesgo,<br />
ante la incapacidad <strong>de</strong> dar frutos, <strong>de</strong> buscar pretextos<br />
o excusas que a fuerza <strong>de</strong> enfatizarlas<br />
queremos convertirlas en razones.<br />
El optimismo y el buen sabor <strong>de</strong> boca que nos<br />
<strong>de</strong>ja la constatación <strong>de</strong> que hay gente que, al<br />
sentirse responsable, hace producir lo que el<br />
Señor le ha confiado, no <strong>de</strong>be provocar que seamos<br />
ingenuos: existe el peligro real <strong>de</strong> no ser<br />
productivos y, más aún, <strong>de</strong> buscar culpables -<br />
pág. 66 Bol-<strong>301</strong>