Boletín 301 - Diócesis de San Juan de los Lagos
Boletín 301 - Diócesis de San Juan de los Lagos
Boletín 301 - Diócesis de San Juan de los Lagos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
MES DE LA BIBLIA<br />
través <strong>de</strong>l culto. Con Jesús la situación es distinta<br />
porque se presenta la relación fe-amor. La unión<br />
con Dios a partir <strong>de</strong> Jesucristo no hace a un lado<br />
a las personas sino que las integra como el único<br />
espacio en que se le pue<strong>de</strong> amar directamente.<br />
Por eso Jesús no pi<strong>de</strong> a sus discípu<strong>los</strong> su amor a<br />
cambio <strong>de</strong>l que Él les da; pone la respuesta a su<br />
amor en el que el<strong>los</strong> han <strong>de</strong> tenerse<br />
unos a otros.<br />
Por último, el Evangelio coloca<br />
el amor en su justa dimensión<br />
<strong>de</strong>jando claro que quien ama se<br />
introduce en una nueva relación<br />
con Jesucristo y, como consecuencia,<br />
con <strong>los</strong> hermanos. Los<br />
siervos o esclavos sólo obe<strong>de</strong>cen,<br />
pue<strong>de</strong>n tener miedo a su<br />
amo pero no necesariamente<br />
amarlo. El Evangelio dice que<br />
“el siervo no sabe lo que hace su<br />
amo” (v. 15); “saber” aquí tiene<br />
la connotación <strong>de</strong> enterarse, interesarse...<br />
La amistad con Jesucristo introduce al<br />
discípulo en una relación <strong>de</strong> cercanía, <strong>de</strong> conocimiento<br />
<strong>de</strong> lo que hace el Maestro. No basta con<br />
obe<strong>de</strong>cer, es necesario convencerse. Quien ama a<br />
Jesucristo busca comportarse ante Él no como<br />
siervo sino como su amigo; un siervo o esclavo<br />
sólo sirve para obe<strong>de</strong>cer, en cambio un amigo<br />
ama y siempre está dispuesto a crecer en el amor.<br />
Ahora bien, esto no se limita a la relación con<br />
el Señor. El amor entre las personas <strong>de</strong>be tener el<br />
mismo efecto. Si las personas realmente se aman<br />
<strong>de</strong>ben superar cualquier comportamiento que<br />
ponga a una por encima <strong>de</strong> la otra; el amor sólo se<br />
da entre hermanos, entre gente que se reconoce <strong>de</strong><br />
la misma dignidad y valor.<br />
En esta nueva relación el Evangelio recuerda<br />
una cosa elemental: <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong> no eligieron al<br />
Señor, es Él quien <strong>los</strong> ha elegido.<br />
En tiempos <strong>de</strong> Jesús y <strong>de</strong> <strong>los</strong> primeros cristianos<br />
<strong>los</strong> Maestros (Rabinos) eran elegidos por sus<br />
discípu<strong>los</strong>; en cambio Jesús <strong>los</strong> elige.<br />
Esto remarca la gracia <strong>de</strong> la elección al mismo<br />
tiempo que la apertura <strong>de</strong>l discípulo para no<br />
imaginar o hacerse al Maestro a su antojo.<br />
2. Meditación<br />
El Señor Jesucristo nos pi<strong>de</strong> a quienes queremos<br />
vivir como sus discípu<strong>los</strong> que no <strong>de</strong>scui<strong>de</strong>mos<br />
la vivencia <strong>de</strong>l amor; es el encargo principal<br />
que nos ha <strong>de</strong>jado.<br />
¿Po<strong>de</strong>mos dar frutos que no estén relacionados<br />
con el amor?<br />
De acuerdo a este Evangelio<br />
que hemos leído y reflexionado:<br />
¿En quiénes recae el<br />
amor que le tenemos al Señor?<br />
¿Por qué?<br />
El amor a Dios y a <strong>los</strong> hermanos<br />
supone un nuevo estilo<br />
<strong>de</strong> relaciones: ante el Señor<br />
no somos simples esclavos que<br />
sólo obe<strong>de</strong>cen; <strong>de</strong>bemos ser<br />
sus amigos que siempre quieren<br />
crecer en este amor. Entre<br />
nosotros, si queremos amarnos,<br />
<strong>de</strong>bemos suponer y promover<br />
una relación digna que sólo se da entre las<br />
personas que se valoran mutuamente como hermanos.<br />
Relacionemos con nuestra vida este nuevo<br />
estilo <strong>de</strong> relaciones.<br />
3. Oración<br />
Agra<strong>de</strong>zcamos al Señor la capacidad que ha<br />
puesto en nosotros para amarlo.<br />
Démosle gracias también porque po<strong>de</strong>mos<br />
amar y ser amados. Recor<strong>de</strong>mos nombres concretos<br />
<strong>de</strong> personas que nos han amado; tengamos<br />
presente a las personas que amamos.<br />
Pidámosle que nos perdone aquellas ocasiones<br />
en que hemos caído en el error <strong>de</strong> pensar que se<br />
pue<strong>de</strong> permanecer en el amor a Dios sin amar a las<br />
personas; <strong>de</strong>l mismo modo, roguémosle que nos<br />
perdone cuando hemos creído que po<strong>de</strong>mos amar<br />
a nuestros hermanos sin estar unidos a Él.<br />
Roguémosle que la gracia <strong>de</strong> su amor nos<br />
anime a promover una auténtica relación <strong>de</strong> hermanos<br />
entre nosotros, en la que nadie se sienta o<br />
se ponga por encima <strong>de</strong> otro. Y que esta misma<br />
pág. 52 Bol-<strong>301</strong>