10.05.2013 Views

conducción del niño - Materiales de apoyo para trabajar con niños ...

conducción del niño - Materiales de apoyo para trabajar con niños ...

conducción del niño - Materiales de apoyo para trabajar con niños ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

250 CONDUCCIÓN DEL NIÑO<br />

cuello y lloraban. . . .<br />

Al corregir a mis hijos, nunca permití que mi voz se<br />

alterara en ninguna forma. Cuando advertía que algo<br />

andaba mal, esperaba hasta que pasara el "calor", y<br />

entonces los tomaba por mi cuenta <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que habían<br />

tenido la oportunidad <strong>de</strong> reflexionar y estaban<br />

avergonzados. Se avergonzaban si les daba una hora o<br />

dos <strong>para</strong> pensar en estas cosas. Siempre me apartaba y<br />

oraba. Entonces no les hablaba.<br />

Después <strong>de</strong> que habían quedado solos por un tiempo,<br />

venían a verme por el asunto. "Bien", les <strong>de</strong>cía,<br />

"esperemos hasta la noche". Al llegar esa hora, orábamos<br />

y entonces les <strong>de</strong>cía que hacían daño a su propia alma y<br />

agraviaban al Espíritu <strong>de</strong> Dios por su proce<strong>de</strong>r equivocado<br />

(Manuscrito 82, 1901).<br />

Emplead tiempo <strong>para</strong> orar.<br />

Cuando me sentía irritada y tentada a <strong>de</strong>cir palabras<br />

que me avergonzarían, me callaba, salía <strong>de</strong> la habitación y<br />

pedía a Dios que me diera paciencia <strong>para</strong> enseñar a esos<br />

<strong>niño</strong>s. Entonces podía volver y hablar <strong>con</strong> ellos y <strong>de</strong>cirles<br />

que no <strong>de</strong>bían proce<strong>de</strong>r mal otra vez. Po<strong>de</strong>mos adoptar<br />

una posición tal en este asunto <strong>de</strong> modo que no<br />

provoquemos a ira a los hijos. Debiéramos hablar<br />

bondadosa y pacientemente, recordando siempre cuán<br />

extraviados somos y cómo queremos ser tratados por<br />

nuestro Padre celestial.<br />

Estas son las lecciones que <strong>de</strong>ben apren<strong>de</strong>r los padres,<br />

y cuando las hayáis aprendido, seréis los mejores alumnos<br />

<strong>de</strong> la escuela <strong>de</strong> Cristo y vuestros [239] hijos serán los<br />

mejores hijos. En esta forma podéis enseñarles el respeto

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!