Apropiarse de Bourdieu: la teoría feminista y la ... - Cuenta Conmigo
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en esa ultrapercepción <strong>de</strong> <strong>la</strong> que estábamos hab<strong>la</strong>ndo.<br />
El eros también es eso. Una insistencia en el cuerpo, en<br />
<strong>la</strong> modu<strong>la</strong>ción, en <strong>la</strong> puntuación <strong>de</strong> ese cuerpo.<br />
–Y cuando escribe. ¿Usted siente el cuerpo?<br />
–Sí, en esos textos <strong>de</strong> Canon <strong>de</strong> alcoba sí. Me<br />
pasaba que estaba como con una alteración orgásmica.<br />
Y que es más o menos lo que le pasa alguien que lee<br />
textos eróticos. Cuando se lee un texto erótico es<br />
evi<strong>de</strong>nte que empieza a funcionar el cuerpo. Entiendo<br />
que un texto erótico tiene que producir excitación en el<br />
otro, en su <strong>de</strong>seo.<br />
–Y no sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> excitación, sino también<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> otro tipo <strong>de</strong> sensación. ¿Está atenta al cuerpo o<br />
es algo <strong>de</strong> lo que se olvida?<br />
–Siempre hay un compromiso con el cuerpo. En<br />
algunos momentos <strong>de</strong> mi escritura me ha pasado <strong>de</strong><br />
estar escribiendo algo que por alguna extraña razón<br />
me conmovía <strong>de</strong> un modo físico, algo que no podría<br />
<strong>de</strong>finir muy precisamente. Por ejemplo, en La<br />
madriguera, hay un fragmento en el que hablo <strong>de</strong> un<br />
perro y digo que “ese perro era todos los perros”. En<br />
ese momento tuve casi un sollozo. Lloraba allí ese “<strong>de</strong>cir”<br />
que resumía todo lo que ese perro había significado y lo<br />
que había perdido con su muerte. Es <strong>de</strong>cir que fue físico.<br />
No logro separarme <strong>de</strong>l cuerpo porque no hago<br />
construcciones previas para po<strong>de</strong>r escribir. Hasta ahora<br />
no he contado historias <strong>de</strong> otras personas; me he<br />
comprometido con cosas que tengo muy metidas a<strong>de</strong>ntro,<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> memoria, <strong>de</strong>l recuerdo, <strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia.<br />
–El sistema <strong>de</strong> <strong>la</strong> memoria me gustaría que lo<br />
trabajáramos en dos direcciones. Por un <strong>la</strong>do, en La<br />
madriguera, don<strong>de</strong> hay una ape<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> infancia.<br />
Por otro <strong>la</strong>do, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el tópico y <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong>l<br />
exilio. Porque el exilio pone en juego <strong>de</strong>terminadas<br />
operaciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> memoria, violentamente.<br />
–El exilio es <strong>la</strong> pérdida <strong>de</strong>l territorio, <strong>de</strong> lo propio.<br />
Y es estar en lugares <strong>de</strong> los que uno no tiene memoria.<br />
Y allí se produce esta operación <strong>de</strong> anc<strong>la</strong>r en algún<br />
sitio: anc<strong>la</strong>r en <strong>la</strong> memoria <strong>de</strong> lo propio. El libro lo<br />
escribí <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong>l exilio. Es muy<br />
curioso, pero mientras estaba en el exilio escribí Canon<br />
<strong>de</strong> alcoba. Era como una apuesta a <strong>la</strong> vida. Y En estado<br />
<strong>de</strong> memoria lo escribí cuando ya había vuelto al país<br />
feminaria literaria año XI, nº 17 • 87<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muchos años. El “estado <strong>de</strong> memoria” era<br />
físico, era como una enfermedad que <strong>de</strong>spués, con <strong>la</strong><br />
experiencia <strong>de</strong>l libro, se fue disipando, pero prosiguió<br />
en una regresión anterior todavía, más atrás, hasta La<br />
madriguera. Pienso que el hecho <strong>de</strong> no construir, <strong>de</strong> no<br />
proyectar <strong>la</strong> nove<strong>la</strong>, el libro, sino <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar que sea un<br />
flujo, que tenga una salida libre, <strong>de</strong>scomprometida con<br />
un p<strong>la</strong>n, fatalmente lleva a <strong>la</strong> memoria. Para escribir hay<br />
que inscribirse en ese correr <strong>de</strong>l tiempo. Yo creo que eso<br />
es como una fatalidad pero también creo que es algo<br />
irreductible. Ahora estoy escribiendo algo en lo que no<br />
tengo que ver, aunque uno siempre tiene que ver, pero<br />
no es memoria mía, se <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>za a un personaje. Es un<br />
cambio <strong>de</strong> respiración, como salir a un aire diferente.<br />
–María Teresa Gramuglio ha trabajado <strong>la</strong> noción<br />
<strong>de</strong> “imagen <strong>de</strong> escritor”. Esto es, <strong>la</strong> peculiar<br />
representación literaria <strong>de</strong>l hombre o <strong>la</strong> mujer que<br />
escriben profesionalmente o no, coronados o<br />
fracasados, profesionales u ocasionales, periodistas,<br />
universitarios o con nexos con el po<strong>de</strong>r. En En estado<br />
<strong>de</strong> memoria usted da una imagen <strong>de</strong> escritora <strong>de</strong> usted<br />
misma un poco impiadosa. Dice que <strong>la</strong> literatura es el<br />
territorio en el que le ha tocado estar pero que al mismo<br />
tiempo no se siente <strong>de</strong>l todo colocada en ese espacio.<br />
–He tardado bastante tiempo en <strong>de</strong>finirme como<br />
lo que podría ser una escritora. Durante mucho tiempo,<br />
quizás por pudor, si me preguntaban qué era o a qué<br />
me <strong>de</strong>dicaba, yo respondía que era periodista. Tuve<br />
serias dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> publicar mis libros <strong>de</strong><br />
po<strong>de</strong>r actuar como dando respuesta a esa condición<br />
<strong>de</strong> escritora. Me resultaba difícil asumir que ése era un<br />
oficio que sabía hacer, que podía hacer. Estaba como<br />
ligeramente <strong>de</strong>scolocada en re<strong>la</strong>ción con lo que podría<br />
ser un escenario don<strong>de</strong> se coloca a todos los escritores<br />
y se los hace participar <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida cultural. Pero todas<br />
esas son fantasías mías. Porque está fuera <strong>de</strong> su<br />
voluntad que un escritor sea situado en ese sitio. Yo<br />
tenía pudor <strong>de</strong> verme en un lugar así. Porque sentía que<br />
a lo mejor me apropiaba <strong>de</strong> algo que no me pertenecía<br />
o era una apropiación para <strong>la</strong> cual no estaba preparada.<br />
Pasé más o menos veinte años sin publicar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi<br />
primer libro, Celebrar a <strong>la</strong> mujer como a una pascua.<br />
Me absorbían muchas otras cuestiones. En México<br />
aprendí a tejer gobelino en unos te<strong>la</strong>res<br />
complicadísimos. Trabajé como periodista. Edité y