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Conversando con un Coach - Fundacion Ergo

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somos también podemos ser de acuerdo a la forma como actuamos<br />

Nos desenvolvemos en el marco de sistemas organizacionales a los que pertenecemos,<br />

sin embargo a través de la acción podemos cambiar dichos sistemas<br />

El lenguaje es acción y a partir de él podemos crear nuestra "realidad" y la del entorno.<br />

"¿QUE ES UN COACH?"<br />

Aquel que desee aprender a volar algún día<br />

Debe primero aprender a pararse, caminar, correr,<br />

trepar y saltar<br />

No se puede volar hacia el vuelo<br />

Friedrich Nietzsche<br />

Hu-Song, filosofo de Oriente, <strong>con</strong>tó a sus discípulos la siguiente<br />

historia:<br />

"... Varios hombres habían quedado encerrados por error en <strong>un</strong>a<br />

oscura caverna donde no podían ver casi nada . Pasó algún<br />

tiempo, y <strong>un</strong>o de ellos logró encender <strong>un</strong>a pequeña tea. Pero la<br />

luz que daba era tan escasa que a<strong>un</strong> así no se podía ver nada. Al<br />

hombre, sin embargo, se le ocurrió que <strong>con</strong> su luz podía ayudar<br />

a que cada <strong>un</strong>o de los demás prendieran su propia tea y así<br />

compartiendo la llama <strong>con</strong> todos la caverna se iluminó".<br />

Uno de los discípulos preg<strong>un</strong>tó a Hu-Song:<br />

¿Qué nos enseña, maestro, este relato?<br />

Y Hu-Song <strong>con</strong>testó : Nos enseña que nuestra luz sigue siendo<br />

oscuridad si no la compartimos <strong>con</strong> el prójimo. Y también nos<br />

dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por<br />

el <strong>con</strong>trario la hace crecer.<br />

"El compartir nos enriquece en lugar de hacernos mas<br />

pobres"<br />

"Los momentos más felices son aquéllos que hemos<br />

podido compartir"<br />

Me pareció hermosa esta enseñanza, sin embargo me parece que a<strong>un</strong> se puede<br />

en<strong>con</strong>trar alg<strong>un</strong>a más.<br />

La luz de <strong>un</strong>a vela es pequeña y silenciosa y si queremos iluminar <strong>un</strong> cuarto <strong>con</strong> ella no<br />

podremos porque su presencia apenas se notaría. Esta allí pero es muy tenue y sutil tal<br />

como lo es nuestra alma. La llama está allí pero apenas se muestra .<br />

Y en la medida que llenamos nuestras vidas <strong>con</strong> el ruido cotidiano es muy fácil que<br />

nuestra alma pierda el rumbo. Y nosotros sabemos que hay mucho mas allí. Sin embargo<br />

tenemos tanto de qué ocuparnos: las obligaciones familiares, los chicos, la escuela, la<br />

oficina, las vacaciones, hacer las compras, la comida , leer nuestro email, llevar el auto a<br />

arreglar, pagar las cuentas, <strong>con</strong>testar llamados, estar actualizados....<br />

¿Qué podríamos hacer en medio de todo esta vorágine para recordar que tenemos alma?<br />

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