Marisol Luna

Nuevamente se comprueba que el poder decisional
se impone sobre las adversidades y Dios premia a
sus hijos.
MOISES-Sus excusas por poco retrasan la salida de
los israelitas de Egipto; al final por su intolerancia e
impaciencia no pudo entrar a la Tierra Prometida
pero el pueblo infiel que tanto defendió sí entró y
después…el pueblo se olvidó del patriarca y dijo:
¿qué Moisés? Luego de recibir la noticia de que no
entraría a Canaán, su poder decisional le llevó, por
experiencia propia, a exhortar al pueblo a la
obediencia.(Deut. 3:23 en adelante)
JOSE-Vendido por sus hermanos en una decisión
carnal y poco humana. El tiempo y el propósito de
Dios de redención no fueron perturbados y aquel
que una vez fue vendido (Gen. 37) fue luego quien
alimentó a sus detractores. (Gen. 42) Luego fue el
mismo que guió el pueblo a reconocer la tierra
prometida.
JONAS- Su desobediencia por poco acaba con un
pueblo y hasta con él mismo…al final hasta las
gallinas ayunaron para defenderse de sus propias
acciones de desobediencia porque Dios, con el
desobediente, se va a los extremos: o entras o te
vas para siempre.
BALAAM-Su asno demostró madurez e inteligencia
que sobrepasan el entendimiento. Su insensatez y
ceguera espiritual fue insuperable. Se necesitó que
Dios hiciera un milagro excepcional de hacer hablar
un “animal” para que un “ser humano pensante”
entendiera el propósito de Dios hasta para todo un
pueblo. Lo que el hombre quiere tornar en
maldición, Dios lo cambia en prosperidad. ESE es
nuestro Dios. La decisión del asno fue certera: la de
Balaám fue cambiada por Dios.
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