Marisol Luna

Si tan solo yo…
Alguna vez aprendí que las excusas son primas-hermanas de
la mentira. Un pensamiento sabio que vino de alguien que
sin escuela o instrucción formal me dio la más grande lección
de la vida: aprender a perdonar y sobrevivir sin excusas.
Este Yo precisamente es el centro de nuestro asunto sin
concluir en la vida siempre. No se atormente ni atropelle su
inteligencia pensando en lo que pudo ser y no fue. Usted
está donde quiso en la vida, pero de ahora en adelante,
encontraremos juntos el camino para obtener el control y la
armonía de su existencia.
¿A quién es más fácil perdonar, al que nos hizo o hace daño
o a nosotros mismos por permitirlo una y otra vez? El primer
paso para la reconciliación interna con su espíritu y lograr
armonía con lo que nos rodea es estar en paz con nosotros
mismos. Para ello, tenemos que tomar serias y drásticas
decisiones que cambiarán el rumbo de nuestras vidas y que
asombrarán a muchos.
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