UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS

natural que se efectúa de los desmontes y por la efluencia de aguas contaminadas del
“interior de la mina”.
Es así que, en las regiones donde las aguas del Río La Ribera, Molino y Tarapaya se
utilizan para regar los cultivos, estos han reportado elevados valores de mortandad de
cultivos. Esto podría atribuirse a la alta concentración de cobre, zinc, cadmio y
manganeso. Al regarse los campos con esta agua sus sólidos se depositan en las tierras
cultivadas, destruyendo la raíz y secando la planta.
De la misma forma, el deterioro de la sanidad animal por el consumo de estas aguas
contaminadas 33 presenta los siguientes efectos: deformaciones en las patas de los animales
recién nacidos, disentería y enfermedades de la piel.
Pese a no contar con datos sobre el números de enfermos tratados, los efectos en la salud
no pueden ser pasados por alto, especialmente los niños son afectados por irritaciones de
piel y sangrados porque el contacto con el agua contaminada es frecuente, así como
enfermedades estomacales y disentería, estos últimos están más relacionados con aguas
servidas que con la contaminación minera, cuyos efectos no han sido medidos aún en
términos de casos reportados y analizados por contaminación de metales pesados. Sin
embargo, la incidencia de estas enfermedades tiende a disminuir, porque los ribereños son
cada vez más conscientes de la contaminación.
Por otro lado, la materia prima y los desmontes de la minería se almacenan al aire libre
alrededor de los ingenios, donde el viento levanta repartiendo las partículas finas de estos
materiales, causando de esta manera diferentes enfermedades en los humanos,
especialmente de tipo respiratorio como el asma.
Otro efecto es el creciente proceso de migración producida en las comunidades, tanto
permanente como temporal, llegando la migración permanente a alcanzar 80% de la
población. Sin embargo las causas de la migración son diversas, entre ellas causas
33 PDM Caiza “D” 2001-2005.
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