Ilusiones perdidas

me oprime el corazó n tan fuertemente, que he
pasado mis dıás y mis noches buscando una ocasió n
de hacer fortuna. Mis conocimientos en quı́mica y la
observació n de las necesidades del comercio me
han situado en el camino de un descubrimiento
lucrativo. Nada le puedo decir aú n sobre ellos, pues
preveo ciertos retrasos. Sufriremos durante
algunos añ os aú n, pero acabaré por encontrar los
sistemas industriales tras cuya pista no voy solo., y
si soy el primero en alcanzarla nos procurará n una
gran fortuna. Nada he dicho a Lucien, ya que su
cará cter ardiente lo estropearıá todo, convertirıá
mis esperanzas en realidades, vivirıá como un señ or
y hasta tal vez contraerıá deudas. Por lo tanto,
guá rdeme el secreto. Su dulce y querida compañ ıá
será lo ú nico que podrá consolarme durante estas
largas pruebas, ası́ como el deseo de enriquecerla a
usted y a Lucien me proporcionará constancia y
tenacidad...
—Yo también habıá adivinado —le dijo E ve,
interrumpiéndole —que es uno de esos inventores
a los que, como a mi pobre padre, les es necesaria
una mujer que cuide de ellos.