Actividades REDD+ en el Perú - The REDD Desk

Steffen Entenmann
LANDSCAPE MANAGEMENT
FREIBURG
UNI
FREIBURG
concesiones y solo los actores que eran económicamente competitivos tenían la oportunidad de obtener una
concesión. En consecuencia, los concesionarios de pequeña escala corrían el riesgo de ser absorbidos por empresas
forestales más grandes y solventes. Sin embargo, debido a una negociación con el Gobierno regional,
los concesionarios lograron ser excluidos del concurso y obtener directamente las concesiones por 40 años,
con fines de forestación y reforestación. La principal actividad de los concesionarios es reforestar las áreas
previamente usadas para la agricultura y realizar la tala selectiva de aproximadamente 20 especies forestales.
La Federación de Concesionarios de Forestación y/o Reforestación de Madre de Dios (FEFOREMAD), fundada
en 2007, está compuesta por alrededor de 210 concesionarios. El tamaño promedio de las concesiones de
reforestación es de aproximadamente 500 ha, con áreas que van desde 100 hasta 3000 ha. La motivación
de FEFOREMAD para colaborar con BAM fue la necesidad de una planta de procesamiento que permita
incrementar el valor de la madera. Los concesionarios consideran a BAM como un socio inversionista bien
dispuesto. Cerca de 80 concesionarios han firmado un acuerdo con BAM relacionado a las cadenas de valor
y al carbono.
Al igual que en el caso de las concesiones de castañas, las concesiones de reforestación/forestación de
pequeña escala están fuertemente influenciadas y amenazadas por el sector Puerto Maldonado-Inambari
de la carretera Interoceánica, ya que es ahí donde la mayoría están localizadas. También la minería es una
amenaza crítica.
Estrategias/expectativas
La idea fundamental del proyecto es la posibilidad de añadir más valor a los productos de la madera. A pesar
de que el Perú es un país con vastos recursos forestales, el sector forestal representa solo el 1,1% del producto
bruto interno nacional (Lebedys 2008); además, el Perú importa productos maderables de alto valor
y exporta predominantemente productos de madera de elaboración secundaria (Brotto 2010). La estrategia
de BAM reconoce el gran potencial del sector forestal y tiene como objetivo incrementar el valor de la madera
producida en las concesiones de reforestación. De los ingresos obtenidos por la obtención del valor
agregado de la madera, el 70% permanece con los concesionarios forestales y el 30% pertenece a BAM.
Asimismo, al igual que con el proyecto castañero, BAM recibe el 70% de los ingresos provenientes de los
créditos de carbono y los concesionarios el 30%. Se espera que el aumento de ingresos de los concesionarios
permita la reducción de la sobreexplotación de las concesiones; además, las emisiones de las concesiones
serán reducidas mediante la aplicación del MFS basado en el plan de manejo y la reducción de amenazas
externas (invasión, etc.).
Al momento de las entrevistas los productos maderables de las concesiones no estaban certificados. La certificación
puede potencialmente ser una carga para los administradores del bosque debido a las supervisiones,
monitoreos, evaluaciones y reportes (Brotto et al. 2010); sin embargo, como ha sido mencionado anteriormente,
existen sinergias entre la certificación FSC y la implementación de REDD+, especialmente con respecto al
desarrollo del PDD para REDD+, que puede costar de US $ 46 000 a US $ 350 000 (Hajek et al. 2011). Por ello,
BAM está apoyando la obtención de la certificación FSC con el fin de aumentar aún más el precio de la madera.
La motivación de los concesionarios de participar en el proyecto piloto de REDD+ es la expectativa de un
ingreso adicional y la mejora en el manejo de los recursos naturales de sus concesiones. Estas expectativas
se basan en la idea de que la madera tendrá mayor precio después de haber sido procesada en la nueva y
moderna planta de procesamiento.
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