Actividades REDD+ en el Perú - The REDD Desk

Steffen Entenmann
LANDSCAPE MANAGEMENT
FREIBURG
UNI
FREIBURG
Sacar a los colones del BPAM es una tarea difícil, peligrosa y moralmente objetable, ya que los colonos en
la mayoría de los casos no tenían conocimiento de la existencia del BPAM cuando se establecieron (Foto 4,
b). Los gobiernos locales, además, apoyaron la migración al ANP, por ejemplo, al establecer escuelas dentro
del mismo. Debido a esto, firmar acuerdos de conservación con los pobladores es la estrategia central para
estabilizar el uso del suelo dentro del BPAM y evitar que la deforestación continúe. Como parte del programa
de administración de la conservación de CI (Conservation Stewardship Programme), implementado en 2005,
los acuerdos de conservación son usados como herramientas para compensar a las comunidades locales
con el fin de disminuir la sobreexplotación de los recursos naturales. Los acuerdos de conservación pueden
también ser aplicados dentro del contexto de los programas de carbono.
Generalmente, los acuerdos de conservación son contratos negociados con las comunidades que lo desean,
quienes reciben compensaciones por los costos de oportunidad en los que tienen que incurrir debido a las
actividades de conservación (CI 2007). En el caso de BPAM, los colonos también se han comprometido a
monitorear y contribuir a la reducción de la migración hacia el área, por ejemplo, al no invitar a los familiares
y amigos de otras regiones del país. Los colonos deben ser integrados en el proceso de gestión de tierras,
por lo tanto, se organizan mesas de discusión que sirven como foros o asambleas en los cuales los colonos
pueden discutir y planear las posibles actividades de conservación del bosque (Harvey et al. 2010). De acuerdo
a la legislación vigente, las personas que no poseen un estatus oficial también pueden participar en estas
mesas de discusión.
Aspectos relacionados a la implementación del proyecto
Existen problemas con el establecimiento de la línea de base de deforestación, sobre todo debido a la fuerte
nubosidad y al terreno escarpado en el BPAM. Por lo tanto, se deben adquirir nuevas imágenes de satélite y
se deben utilizar fotografías aéreas y videografía para poder validar el análisis de deforestación, degradación
forestal y tipos de bosque realizado con imágenes LANDSAT y SPOT.
Otro aspecto se refiere a la dificultad de estimar, debido a la falta de datos, el contenido de carbono de los
diferentes tipos de bosque del BPAM. La ubicación exacta de los asentamientos informales y de los senderos
también es difícil de obtener, a pesar de que esto es información crucial para desarrollar las estrategias de
REDD+ y estimar las fugas. Esto significa que es necesario realizar un importante trabajo de campo, sin embargo,
el terreno es bastante accidentado, lo cual hace que muchos lugares sean inaccesibles.
Actualmente, existen cerca de 16 guardaparques trabajando en el ANP y haciendo patrullajes regulares en
tres sectores diferentes. Su labor incluye mantener contacto con los colonos, sin embargo, todavía carecen
de los equipos básicos para realizar su trabajo. Existen oportunidades para mejorar la eficiencia de los guardaparques
con poco esfuerzo, por ejemplo, una motocicleta podría ayudar a mejorar la comunicación entre
los diferentes puestos de control, la cual hasta el momento es inexistente.
Existen algunas preocupaciones sobre la situación legal del proyecto y de las actividades de REDD+ relacionadas
a este. Por ejemplo, ha sido mencionado por otras ONG que CI –que no tiene un contrato de
administración con SERNANP para la gestión del ANP– carece de base legal para implementar un proyecto
piloto de REDD+ dentro del BPAM y que CI está comercializando servicios ecosistémicos que son
propiedad del Estado. Aún más, se ha mencionado que existen problemas con la adicionalidad si es que
las medidas de conservación se dirigen a los colonos que, de acuerdo con la legislación actual, viven en el
ANP de forma ilegal.
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