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OFTALMOLOGÍA | H a DE LA CATARATA<br />
22<br />
LA REVISTA IMO<br />
INTRACAPSULAR vs. EXTRACAPSULAR:<br />
LA AFAQUIA<br />
Desde principios del siglo XX hasta mediados de los 80,<br />
la técnica de extracción intracapsular de la catarata fue<br />
incrementando sus adeptos. En 1985, todavía eran más<br />
los cirujanos que practicaban este procedimiento, frente<br />
a los que defendían que la extracción extracapsular<br />
tenía menos complicaciones, controversia que provocó<br />
un alud de publicaciones.<br />
En la actualidad, la intracapsular<br />
se considera una técnica más<br />
anticuada ya que suponía extraer<br />
el cristalino íntegro con la cápsula<br />
que lo envuelve, mediante una incisión<br />
de gran tamaño. Ello requería<br />
colocar muchos puntos de sutura<br />
y representaba un mayor índice de<br />
complicaciones en comparación<br />
con la extracapsular. Además, la<br />
colocación de una lente intraocular<br />
era más problemática.<br />
Hacia 1980, los cirujanos de catarata<br />
estaban muy satisfechos con sus resultados, pero<br />
los pacientes operados no eran tan afortunados al enfrentarse<br />
a su nueva situación: la afaquia. Al extraer en<br />
su totalidad el cristalino, el ojo perdía su lente intraocular<br />
natural y el defecto refractivo debía ser corregido.<br />
El método convencional para hacerlo eran las gafas para<br />
afáquicos, unas gafas gruesas de alrededor de +10 dioptrías,<br />
con inconvenientes como la magnificación de la<br />
imagen, la limitación del campo visual, el peso excesivo<br />
y el deficiente aspecto estético.<br />
Otra forma de corrección de la afaquia es la utilización<br />
de lentes de contacto, una opción contraindicada<br />
en algunos pacientes, por riesgo de intolerancia, conjuntivitis,<br />
problemas alérgicos, queratopatías o úlceras<br />
corneales, complicaciones que pueden llegar a ser muy<br />
graves. Actualmente, no se concibe una operación de<br />
catarata sin la colocación de una lente intraocular, que<br />
sustituya a las dioptrías del cristalino extraído.<br />
LAS LENTES INTRAOCULARES<br />
La historia reciente de la cirugía<br />
de la catarata comenzó después de<br />
la Segunda Guerra Mundial, con el<br />
oftalmólogo Harold Ridley, como<br />
principal protagonista. El Dr. Ridley<br />
atendía a los pilotos heridos en las<br />
batallas entre la RAF, que defendía<br />
el cielo de Inglaterra, y la Lufwaffe,<br />
fuerza aérea alemana. Muchos de<br />
estos pilotos sufrían perforaciones<br />
oculares producidas por restos<br />
de plástico de los aviones y el Dr.<br />
Ridley observó que este material retenido en los ojos de<br />
los heridos no producía reacción inflamatoria. Los restos<br />
provenían de las carlingas de plexiglás de los aviones,<br />
un tipo de polimetilmetracrilato que sustituía al<br />
cristal (demasiado pesado y fácil de romper).<br />
Harold Ridley pensó que el nuevo material era la solución<br />
para reponer el cristalino, una idea que llevaba años<br />
desarrollando y que en el s. XVIII ya había intentado, sin<br />
éxito, un oculista llamado Tadini, quien utilizó cristal en<br />
los ojos de pacientes después de extraerles la catarata.