REVISTAIMO

CALIDAD DE VIDA | FELICES SUEÑOS
La elección de un buen colchón y una
almohada adecuada es la mejor
garantía de un sueño reparador.
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LA REVISTA IMO
10. Evitar el alcohol. Aunque parece que induzca somnolencia,
el efecto del alcohol es corto y lo único
que conseguiremos es despertarnos varias veces a
lo largo de la noche. También impide que alcancemos
las fases profundas del sueño, donde realmente
el cuerpo y la mente se recuperan y preparan para
el día siguiente.
11. Baño relajante. Nada mejor para facilitar el sueño.
Está demostrado que elevar la temperatura corporal
antes de irse a la cama nos ayuda a conciliar el
sueño mucho antes. Un buen vaso de leche caliente
también ayuda.
12. Relajarse. Es un mal hábito mirar la televisión
acostado o terminar el papeleo del día entre sábanas.
Es hora de relajarse y dejar de mantenerse
activos hasta mañana.
13. Ejercicio diario. Una pequeña sesión de estiramientos,
un ligero paseo por el barrio, unas cuantas
piscinas… Practicar deporte o alguna actividad
física hará que nos acostemos más cansados y nos
ayudará a dormir mejor. Para no provocar el efecto
contrario, la actividad debe realizarse al menos
una hora antes de acostarse o nos iremos a la
cama demasiado estimulados.
15. El tabaco es el peor enemigo del sueño. Si bien
al dejarlo, la adicción hace pasar malas noches e
incluso quita horas de sueño, no fumar mejora
nuestro estado general, y también del sueño.
16. Rutina antes de acostarse: cepillarse los dientes,
lavarse, peinarse, tomar un baño caliente…
17. Prendas cómodas y poco ajustadas para acostarse,
así como ropa de cama confortable.
18. No obsesionarse si surgen dificultades para dormir.
Lo mejor es concentrarse en algo diferente,
como por ejemplo algún juego mental: pensar en
algo negro, imaginarse en el interior de una reconfortante,
cálida y protectora burbuja flotante…
19. No dar vueltas en la cama. Si no conseguimos
conciliar el sueño, es preferible levantarse y realizar
alguna actividad relajante (leer un libro, escuchar
música tranquila…).
20. Mejor evitar la siesta. Es todo un placer (si nos lo
podemos permitir) pero rompe el equilibrio sueñovigilia
justo a mitad de la jornada y la mayoría de
las veces es difícil recuperarlo, haciendo que a la
larga acabemos pasando más horas de sueño.
14. Una buena lectura. Es la mejor forma para relajarnos
pero optando por un tipo de lectura tranquila,
es decir, mejor unos sencillos poemas que una
novela de acción o terror.