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CIENCIA | VER Y SENTIR LAS ESTRELLAS<br />

Sirio, la estrella más brillante del cielo, reluce sobre un río pirenaico en una noche<br />

de luna llena.<br />

era una de las Pléyades. Por alguna<br />

razón muchas culturas las consideran<br />

como estrellas femeninas (por<br />

ejemplo, en Grecia y ahora entre nosotros<br />

una de ellas es llamada Alcíone,<br />

la hija de Eolo). Según la leyenda,<br />

Alcor se enamoró perdidamente<br />

de Mizar y finalmente, una noche<br />

de fuerte vendaval, logró acercarse<br />

hasta su lado. Una bella historia que<br />

muestra cómo la astronomía es un<br />

excepcional territorio común a la<br />

poesía, la mitología, la historia, la<br />

ciencia...<br />

En cualquier caso, merece la pena<br />

alejarse de las ciudades buscando<br />

los cielos oscuros e ir desvelando,<br />

poco a poco, los secretos de cada<br />

constelación. Una vez se ha identificado<br />

a Orión, o a Casiopea, o se ha<br />

visto (o intentado ver) a Mizar y a<br />

Alcor, este recuerdo fácilmente queda<br />

grabado en la memoria. Después,<br />

en cualquier lugar donde uno esté,<br />

o por más cosas que hayan sucedido,<br />

siempre tiene el recurso de salir<br />

otra vez a observar el cielo en la<br />

oscuridad. Y de nuevo buscar la Osa<br />

Mayor, acordarse de las Pléyades, o<br />

de la noche en que Walt Whitman<br />

también salió al exterior para poder<br />

sentir el húmedo aire místico de la<br />

noche y mirar en silencio perfecto a<br />

las estrellas.<br />

Cómo acercarse al cielo<br />

La noche en la naturaleza nos permite<br />

recuperar el paisaje estrellado, del que<br />

nuestros antepasados debieron disfrutar<br />

durante miles de años. No es necesario<br />

ser un experto ni disponer de un telescopio<br />

para experimentar esta embriagadora<br />

sensación de la que habla Whitman en su<br />

poema.<br />

Pero si se desea una guía, basta con un<br />

libro de introducción a la astronomía<br />

(como por ejemplo, Astronomía de Ian<br />

Ridpath, Ed. Espasa, Guías Visuales<br />

Espasa) que nos muestre las principales<br />

constelaciones. O un ordenador portátil<br />

y el programa gratuito Stellarium, que<br />

47<br />

genera una excelente simulación del cielo<br />

estrellado, indicando los nombres de<br />

las estrellas y las constelaciones. Todavía<br />

mejor: últimamente han aparecido<br />

programas de astronomía incluso para<br />

teléfonos móviles, como StarMap, que<br />

nos dibujan el cielo que hay detrás de la<br />

pantalla, con los nombres de las constelaciones<br />

y las principales estrellas, sin<br />

más que apuntarlos a un punto concreto<br />

del cielo.<br />

Con estas ayudas, poco a poco, iremos<br />

identificando las principales constelaciones:<br />

La Osa Mayor, Casiopea, Orión,<br />

el Cisne... Si queremos ver cómodamente<br />

algunos objetos más, como la galaxia de<br />

Andrómeda, unos prismáticos de 10x50<br />

pueden ser una gran ayuda, sin necesidad<br />

de tener que disponer de un telescopio.<br />

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