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CIENCIA | VER Y SENTIR LAS ESTRELLAS
El Carro y la Osa Menor (la Bocina de la que hablaba Sancho)
en un entorno rural.
La Osa Mayor – El Carro, sobre una ciudad.
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LA REVISTA IMO
aunque hoy en día, la Osa Menor no
se ve desde las ciudades y los pastores
consultan la hora en el móvil.
Pero esa debía de ser una noche
tapada, ya que Don Quijote, que en
ciertas ocasiones también tenía un
admirable sentido práctico, respondió:
“¿Cómo puedes tú, Sancho, ver
dónde hace esa línea, ni dónde está
esa boca o ese colodrillo que dices,
si hace la noche tan escura que no
parece en todo el cielo estrella alguna”
“La adivinanza” y el “test árabe”
En la antigüedad todavía se dio otro
uso a las estrellas: utilizarlas como
prueba de visión. Las pruebas de
agudeza visual eran tan importantes
en la antigüedad como ahora,
o tal vez incluso más, al no poderse
corregir la visión con gafas. De hecho,
la supervivencia de cazadores
y guerreros dependía en parte de su
buena visión. Al parecer, en la antigua
Persia se utilizaba una estrella
doble que hay en El Carro, en la
constelación de la Osa Mayor, para
realizar una prueba de visión. Esta
prueba se denominaba “la adivinanza”
y consistía en decir cual de las
estrellas de la cola de la Osa tenía
una compañera. Los antiguos árabes
utilizaron la misma prueba de
visión, también denominada “el test
árabe”, que en realidad mide diversas
cosas al mismo tiempo y por consiguiente
hoy en día es simplemente
una curiosidad, no equiparable a las
pruebas médicas (del mismo modo
que observar la posición de la Osa
Menor para saber la hora no es comparable
en precisión a
que tener presente que, debido a la
rotación de la Tierra en torno al sol,
la posición de las estrellas va cambiando
y puede ser, por ejemplo, que
se encuentren con que está al revés
que en la fotografía. Una vez identificado
El Carro, hay que observar la
segunda estrella del mango atentamente:
en realidad son dos, llamadas
Mizar y Alcor. El test árabe consiste
en poder verlas separadamente, lo
que sólo es posible en una noche sin
luna y sin luces artificiales.
En realidad Mizar y Alcor no están
cerca, sino a varios años luz de distancia,
pero lo parece
mirar un reloj).
Si salen al exterior
una noche cualquiera,
incluso desde una ciudad,
mirando al Norte
podrán identificar
la Osa Mayor, o por
lo menos el llamado
“Carro” (representado
en la figura), que es
la cola de la Osa. Hay
En la antigua
Persia, se utilizaba
una estrella doble
de la Osa Mayor
para realizar una
prueba de visión.
si las miramos desde
la Tierra. La distancia
angular entre ambas
es de 12 minutos, el
equivalente a ver una
moneda de euro desde
unos siete metros.
Una antigua leyenda
de los indios de América
del Norte dice
que Alcor en realidad