Informe Anual

ENTORNO MUNDIAL
Durante 2006, la economía mundial -al igual que en los 2
años anteriores- continuó su fase expansiva con un crecimiento
de 5,1%, superior a la tasa de 4,7% registrada en
2005. La expansión siguió apuntalada por la significativa
ampliación del comercio observada desde 2004. Asimismo,
la influencia de los países asiáticos en la economía global
continuó aumentando; China, India, Corea del Sur y Japón,
que en conjunto ya representan cerca de 30% del producto
mundial, crecieron en 2006 a tasas de 10,3%, 8,1%, 4,9% y
2% respectivamente. En general, Asia podría
estar expandiéndose este año a una tasa
cercana a 7,1%. El estilo de crecimiento asiático,
orientado hacia la exportación y generador
de enormes superávit en las cuentas
comerciales externas, sigue haciendo de la
región la fuente de liquidez más importante
en los mercados internacionales.
Una significativa diferencia en el crecimiento
en 2006, con respecto al año anterior, fue determinada por la
reacción económica de Europa Continental, la cual materializó
una tasa de aumento cercana a 2,6%, que superó con
creces las expectativas y los registros de sólo 1,5% durante
2005. No obstante, estas señales de recuperación lucen
comprometidas en un futuro inmediato por la desaceleración
cíclica que pudieran causar las anunciadas reformas tributarias
en la economía alemana, la renovada apreciación
del Euro y la acentuada sensibilidad que muestran las autoridades
monetarias de la Unión ante el riesgo de aceleración
de la inflación.
AMÉRICA LATINA
El desempeño de la región continuó siendo favorable en
2006. El crecimiento económico promedio fue 5,3%, como
resultado, por una parte, del dinamismo de la economía
mundial, el cual permitió elevar el volumen de las exportaciones
regionales en más de 8% y mejorar sus términos de
intercambio en 7%.
La influencia
de los países asiáticos
en la economía
global continúo
aumentando;
China, India, Corea
del Sur y Japón
Entorno Económico
Por otra parte, la demanda agregada interna
continuó creciendo, tanto en su componente
de inversión bruta (10,5%), como de consumo
(6%). A pesar de la expansión del
gasto público, el mayor crecimiento de los
ingresos permitió promediar superávit primarios
de 2%, por lo que el déficit global de
la región continuó siendo muy reducido
(menor al 1% del PIB). El endurecimiento de la política monetaria,
que indujo cierta alza de las tasas de interés, contribuyó
a reducir la inflación hasta cerrar en 4,8% (6,1% en 2005),
sin debilitar la expansión real de la economía, del empleo (la
tasa de desempleo se redujo al 8,7%) y del salario real (con
aumento del 3%). Ante una posible desaceleración de la economía
mundial en los próximos años, se adelantaron medidas
para atenuar la fragilidad de estas economías, tales como:
reducción del peso de la deuda externa, flexibilización cambiaria,
fortalecimiento de las reservas internacionales y reducción
de los descalces en moneda extranjera en los sistemas
financieros internacionales.
M E R C A N T I L S E R V I C I O S F I N A N C I E R O S
27