Tesina de Grado Alejandra Busto

poder dar cuenta de ellas. Lo que al comienzo de algunas charlas aparece comonaturalizado y dado e imposible de modificar, empieza a verse después como unacontecer que fue diagramado culturalmente para que así sea, pero que podría sertransformado porque sólo responde a prácticas y modos de hacer y convivir.Ni mujeres ni hombres, ni hombres ni mujeres; simplemente personasdesarrollando sus actividades laborales y domésticas en una convivencia equitativa detareas y haciéndose responsables de sus roles en cada situación particular.¿Cuáles son las dificultades para implementar entonces estructuras laboralesque contemplen los movimientos cotidianos de las familias actuales?Sabemos que el conocimiento doméstico es un conocimiento no reconocidocientíficamente, fue –y sigue siendo- históricamente de elaboración y transmisiónfemenina, sin embargo poco se conoce sobre las perspectivas cotidianas desde elinterior de las mismas. Allí, en las prácticas domésticas se generan discursos quecontienen maneras de educar a partir de las cuales se reflexiona, se toman decisionesy se establecen parámetros de conducta. Todas estas actividades se definen desde elgénero femenino porque así se repartieron las responsabilidades los hombres y lasmujeres históricamente. Entonces es lícito afirmar que es este reparto lo que produceel desequilibrio, y no tanto las características de hombres y mujeres en él involucradas.(Instituto de la Mujer, “Educar en relación”, 1998)Sin embargo, culturalmente se entiende al conocimiento doméstico como unconocimiento ‘privado’ puesto que sus actividades se desarrollan en un ámbito privado;pero quizá esa ausencia de reconocimiento cívico que permitiría interconectar elconocimiento doméstico con el hacer público es la que impide establecer seriosparámetros de estructuras laborales que se correspondan y adecuencon lasresponsabilidades compartidas del entorno familiar actual.“Muchas mujeres dicen: ‘yo elegí la vida familiar porque lalaboral es muy demandante, tenía que viajar mucho y dejar a mischicos’. Las mujeres creen que eligieron, en realidad es unaopción de hierro, no eligieron nada. Las estructuras de poder delas empresas no están preparadas para contener a estas mujeres164