Tesina de Grado Alejandra Busto

trabajadoras de la época un grupo especial que generaba problemas diferentes a loshabituales. (Scott, en Duby y Perrot, 1991)El ámbito laboral evolucionó a pasos agigantados, el mercado se ‘modernizó’,sin embargo todavía pesan los viejos discursos que legitiman al hombre en el ámbitopúblico y a la mujer en el espacio de la reproducción social y doméstica.Como afirma claramente Joan Scott:“La organización espacial del trabajo, las jerarquías de lossalarios, la promoción y el status, así como la concentración demujeres en determinados tipos de empleos y en ciertos sectoresdel mercado de trabajo, terminó por constituir una fuerza detrabajo sexualmente escindida. (…) (Ésta) se consideró entoncesuna prueba de la existencia previa de una división sexual ‘natural’del trabajo. He sostenido, en cambio, que nunca existió nadaparecido a una división sexual ‘natural’ del trabajo y que talesdivisiones son, por el contrario, productos de prácticas que lasnaturalizan, prácticas de las que la segregación del mercadolaboral en razón del sexo es simplemente un ejemplo.” (Scott, enDuby y Perrot, 1991: 424)¿Cuáles son entonces las prácticas en los medios de comunicación actualesque se rozan con lo aquí expuesto? ¿Se alejan del conflicto o las complejidades de lavisibilidad laboral femenina persisten hoy, teñidas de otros matices máscontemporáneos?Por ejemplo, en algunos medios gráficos se contrata redactoras con la ilusiónde atraer un número mayor de público femenino. Al tiempo, muchas veces el resultadode esta acción indica que no necesariamente aumenta la cantidad de lectoras y,paradójicamente, estas mismas redactoras serán quienes se inclinen por artículos quequizá no atraigan la lectura de las mujeres que consumen ese medio. Es claro que lacomplejidad por la equidad de género no aborda estas ecuaciones tan simples, comomuchas veces se las presenta en el ámbito mediático, casi superficialmente.Nancy Woodhul, una asesora de periódicos norteamericana especializada en lacaptación del público femenino señala que las redactoras tienen mayor dificultad parahacer aceptar sus ideas en las reuniones de trabajo y esto influye directamente en ladecisión de los artículos a escribir por ellas. En dichos espacios se pretende que la99