Currículo y evaluación estandarizada:co<strong>la</strong>boración o t<strong>en</strong>siónEl<strong>en</strong>a MartínINTRODUCCIÓNEn el primer capítulo de este mismo libro, Alejandro Tiana apunta algunos de los principalesdebates que se manti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> el campo de <strong>la</strong> evaluación. Uno de ellos es precisam<strong>en</strong>te el de <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción<strong>en</strong>tre <strong>la</strong>s políticas curricu<strong>la</strong>res y <strong>la</strong>s políticas de evaluación. Dicho <strong>en</strong> otros términos, <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción<strong>en</strong>tre el proceso de definición de <strong>la</strong>s int<strong>en</strong>ciones <strong>educativa</strong>s y el proceso de comprobar <strong>en</strong>qué medida estas int<strong>en</strong>ciones se van alcanzando.El objetivo de este capítulo es profundizar <strong>en</strong> <strong>la</strong> naturaleza de esta re<strong>la</strong>ción, pres<strong>en</strong>tando argum<strong>en</strong>tosque ayud<strong>en</strong> a des<strong>en</strong>trañar si se trata de procesos que se pot<strong>en</strong>cian <strong>en</strong>tre sí; si, por el contrario,se corre el riesgo de que <strong>la</strong>s evaluaciones estandarizadas del r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to académico delos estudiantes interfieran <strong>en</strong> <strong>la</strong>s funciones del currículo; o si, como sucede <strong>en</strong> muchas ocasiones,dep<strong>en</strong>de de cómo se pongan <strong>en</strong> cada caso <strong>en</strong> marcha ambos procesos.Para realizar este análisis, <strong>en</strong> el primer apartado se recuerda el papel que el currículo desempeña<strong>en</strong> <strong>la</strong> calidad de <strong>la</strong> <strong>en</strong>señanza y se apuntan <strong>la</strong>s cuatro características que mayor re<strong>la</strong>ción ti<strong>en</strong><strong>en</strong>, anuestro modo de ver, con <strong>la</strong>s evaluaciones estandarizadas. A <strong>la</strong>s funciones de estas evaluacionesse dedica precisam<strong>en</strong>te el segundo epígrafe. En el tercero se pres<strong>en</strong>tan los principales riesgos quepued<strong>en</strong> derivarse de determinadas prácticas evaluadoras y, finalm<strong>en</strong>te, el capítulo acaba proponi<strong>en</strong>doalgunas medidas que ayudarían a que evaluación y currículo constituyeran dos pi<strong>la</strong>res de<strong>la</strong> calidad <strong>educativa</strong>.LA DEFINICIÓN DE LAS INTENCIONES EDUCATIVASLa función del currículo es definir <strong>la</strong>s int<strong>en</strong>ciones <strong>educativa</strong>s que un sistema esco<strong>la</strong>r ti<strong>en</strong>e paracon su alumnado. Es decir, seleccionar, de <strong>en</strong>tre todas <strong>la</strong>s capacidades que un ser humano necesitadesarrol<strong>la</strong>r para des<strong>en</strong>volverse <strong>en</strong> su <strong>en</strong>torno como un ciudadano con pl<strong>en</strong>os derechos y deberes,aquel<strong>la</strong>s que no están aseguradas por otros contextos educativos y requier<strong>en</strong>, por tanto, de <strong>la</strong> interv<strong>en</strong>ción<strong>educativa</strong> int<strong>en</strong>cional que supone <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>. El currículo es, pues, un proyecto social<strong>en</strong> <strong>la</strong> medida <strong>en</strong> que se propone contribuir a un tipo determinado de persona. Esto significa <strong>en</strong>treotras cosas que su definición no puede ser aj<strong>en</strong>a a opciones ideológicas y que variará <strong>en</strong> determinadosaspectos dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do del grupo social de refer<strong>en</strong>cia.Acertar <strong>en</strong> <strong>la</strong> selección de lo imprescindible resulta, por otra parte, una tarea sumam<strong>en</strong>te difícil,ya que implica discernir aquellos apr<strong>en</strong>dizajes propios de <strong>la</strong> educación básica obligatoria, sin loscuales algui<strong>en</strong> se <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta al resto de su vida <strong>en</strong> inferioridad de condiciones. No se trata, pues, detodo lo que desearíamos que apr<strong>en</strong>dieran nuestros jóv<strong>en</strong>es, sino de lo que les pondría <strong>en</strong> riesgo89
Currículo y evaluación estandarizada: co<strong>la</strong>boración o t<strong>en</strong>siónde no conseguir apropiarse de ellos. Asumir esta difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre lo básico imprescindible y lobásico deseable (Coll y Martín, 2006a) repres<strong>en</strong>ta ya una primera dificultad, a <strong>la</strong> que se añad<strong>en</strong>otras muchas, como el rápido cambio del conocimi<strong>en</strong>to, el peso de <strong>la</strong> tradición o <strong>la</strong> diversidad deconcepciones sobre el valor de los distintos saberes.La tercera característica del currículo que nos interesa destacar, además de su naturaleza social ypor ello ideológica y su función de selección de lo es<strong>en</strong>cial, es <strong>la</strong> dificultad que implica su desarrolloal perseguir que todos los alumnos apr<strong>en</strong>dan lo básico común y, a ser posible mucho más, ypara ello prestar ayudas específicas y difer<strong>en</strong>ciadas que se ajust<strong>en</strong> a <strong>la</strong> diversidad de formas de sery de apr<strong>en</strong>der de todos los estudiantes. Armonizar lo común y lo diverso es difícil, pero tambiénimprescindible si se quiere que el currículo definido llegue realm<strong>en</strong>te a convertirse <strong>en</strong> apr<strong>en</strong>dizajesrelevantes. El debate sobre <strong>la</strong>s v<strong>en</strong>tajas y desv<strong>en</strong>tajas de un currículo abierto, así como <strong>la</strong>s quese produc<strong>en</strong> <strong>en</strong> torno a <strong>la</strong>s decisiones de desc<strong>en</strong>tralización curricu<strong>la</strong>r, cobran s<strong>en</strong>tido desde estaperspectiva.Finalm<strong>en</strong>te, el aspecto que quizá más relevante resulte desde el punto de vista de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones <strong>en</strong>trecurrículo y evaluación estandarizada sea el hecho de que lo que se pret<strong>en</strong>de ayudar a adquirir através de <strong>la</strong> interv<strong>en</strong>ción esco<strong>la</strong>r son compet<strong>en</strong>cias, es decir, apr<strong>en</strong>dizajes complejos, que ademásremit<strong>en</strong> a ámbitos muy variados del desarrollo humano.El énfasis actual <strong>en</strong> <strong>la</strong>s compet<strong>en</strong>cias no se trata de un mero cambio terminológico, aunque d<strong>en</strong>o apoyarlo conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te pudiera correrse el riesgo de acabar siéndolo. Es cierto tambiénque no es una propuesta totalm<strong>en</strong>te novedosa, ya que pres<strong>en</strong>ta c<strong>la</strong>ras afinidades con los modelosc<strong>en</strong>trados <strong>en</strong> capacidades. No obstante, supone un énfasis <strong>en</strong> determinados puntos nucleares de<strong>la</strong>pr<strong>en</strong>dizaje que, de llevarse a <strong>la</strong> práctica, podrían contribuir de forma muy notable a <strong>la</strong> mejorade <strong>la</strong> <strong>en</strong>señanza. En concreto, convi<strong>en</strong>e recordar los cuatro rasgos es<strong>en</strong>ciales de <strong>la</strong> adquisición deuna compet<strong>en</strong>cia.El primero, su funcionalidad. Ser compet<strong>en</strong>te implica ser capaz de utilizar un conocimi<strong>en</strong>to parasolucionar un problema. Los saberes inertes, que no sirv<strong>en</strong> para actuar, no constituy<strong>en</strong> apr<strong>en</strong>dizajessignificativos. La segunda característica remite a <strong>la</strong> implicación del conjunto de <strong>la</strong> persona<strong>en</strong> esta movilización. Ser compet<strong>en</strong>te supone activar conjuntam<strong>en</strong>te recursos cognitivos y emocionales:hay que <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der, pero hay que querer, hay que mant<strong>en</strong>er el esfuerzo, hay que superar<strong>la</strong> ansiedad de <strong>la</strong> incertidumbre y de los errores que forman parte de cualquier apr<strong>en</strong>dizaje. Laintegración de varios elem<strong>en</strong>tos se manifiesta también, como tercera característica, <strong>en</strong> el uso conjuntode tipos de cont<strong>en</strong>ido que es preciso coordinar para actuar de forma compet<strong>en</strong>te. Cualquierproblema relevante requiere conocimi<strong>en</strong>tos de tipo conceptual, pero también procedimi<strong>en</strong>tos ydesde luego formas de aproximarse al problema que remit<strong>en</strong> a determinados valores y actitudes.El último atributo de <strong>la</strong> compet<strong>en</strong>cia es su adecuación al contexto, el uso funcional de los conocimi<strong>en</strong>tossolo producirá una actuación compet<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>la</strong> medida <strong>en</strong> que responda a <strong>la</strong>s demandasespecíficas del contexto. Se es más compet<strong>en</strong>te cuanta mayor sea <strong>la</strong> variedad de contextos <strong>en</strong> losque se actúa con éxito, pero no se apr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> compet<strong>en</strong>cias g<strong>en</strong>erales descontextualizadas, sino quese desarrol<strong>la</strong> <strong>la</strong> capacidad de analizar lo específico del contexto y ajustar <strong>la</strong> respuesta a ello. Laexperi<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> muchos contextos va permiti<strong>en</strong>do ampliar el rango de actuación y g<strong>en</strong>eralizar loapr<strong>en</strong>dido.La caracterización de lo que significa una compet<strong>en</strong>cia ilustra con c<strong>la</strong>ridad <strong>la</strong> complejidad de sunaturaleza, que a su vez aum<strong>en</strong>ta cuando se destaca el amplio rango <strong>en</strong> el que debe desarrol<strong>la</strong>rse.90
- Page 1 and 2:
ISBN: 978-84-7666-194-99 788476 661
- Page 3 and 4:
© Del texto: Organización de Esta
- Page 6 and 7:
PreámbuloÁlvaro MarchesiSecretari
- Page 8:
Álvaro Marchesiello, junto con los
- Page 11 and 12:
IntroducciónEl siguiente capítulo
- Page 14:
La evaluación educativa hoy
- Page 17 and 18:
Evaluación y cambio educativo: los
- Page 19 and 20:
Evaluación y cambio educativo: los
- Page 21 and 22:
Evaluación y cambio educativo: los
- Page 23 and 24:
Evaluación y cambio educativo: los
- Page 25 and 26:
Evaluación y cambio educativo: los
- Page 27 and 28:
La evaluación de la calidad de los
- Page 29 and 30:
La evaluación de la calidad de los
- Page 31 and 32:
La evaluación de la calidad de los
- Page 33 and 34:
La evaluación de la calidad de los
- Page 35 and 36:
La evaluación de la calidad de los
- Page 37 and 38: La evaluación de la calidad de los
- Page 40 and 41: Las evaluaciones internacionalesEnr
- Page 42 and 43: Enrique Rocadistintas áreas del cu
- Page 44 and 45: Enrique RocaEstudios de evaluación
- Page 46 and 47: Enrique Rocasido objeto de estudio,
- Page 48 and 49: Enrique Rocalas puntuaciones medias
- Page 50 and 51: Enrique RocaLa mayoría de los estu
- Page 52 and 53: Las evaluaciones regionales y nacio
- Page 54 and 55: Guillermo Ferrerrecen frecuentement
- Page 56 and 57: Guillermo Ferrery evaluar el currí
- Page 58 and 59: Guillermo Ferrerque el logro de las
- Page 60 and 61: Guillermo FerrerEn general, estas i
- Page 62 and 63: Guillermo FerrerValga, para conclui
- Page 64: Las múltiples caras de la evaluaci
- Page 67 and 68: Indicadores y desafíos de los sist
- Page 69 and 70: Indicadores y desafíos de los sist
- Page 71 and 72: Indicadores y desafíos de los sist
- Page 73 and 74: Indicadores y desafíos de los sist
- Page 75 and 76: Indicadores y desafíos de los sist
- Page 77 and 78: Indicadores y desafíos de los sist
- Page 80 and 81: La evaluación de políticas y prog
- Page 82 and 83: Marta KisilevskyAl hablar de “pro
- Page 84 and 85: Marta KisilevskyESTUDIOS EVALUATIVO
- Page 86 and 87: Marta KisilevskySin embargo, a esta
- Page 90 and 91: Elena MartínDesde la acertada prop
- Page 92 and 93: Elena Martínacadémicas que con de
- Page 94 and 95: Elena Martínmiento, su interpretac
- Page 96: Elena Martínpropios materiales did
- Page 99 and 100: La evaluación de centros: riesgos
- Page 101 and 102: La evaluación de centros: riesgos
- Page 103 and 104: La evaluación de centros: riesgos
- Page 105 and 106: La evaluación de centros: riesgos
- Page 107 and 108: La evaluación de centros: riesgos
- Page 109 and 110: La evaluación de centros: riesgos
- Page 112 and 113: La evaluación del desempeño docen
- Page 114 and 115: Pedro Ravela• la selección de lo
- Page 116 and 117: Pedro RavelaEsto último se traduce
- Page 118 and 119: Pedro Ravelael producto de intentos
- Page 120 and 121: Pedro RavelaSin embargo, un sistema
- Page 122 and 123: Pedro RavelaEsta lógica de carrera
- Page 124 and 125: Pedro RavelaAbrir realmente el aula
- Page 126 and 127: Evaluación de los aprendizajes en
- Page 128 and 129: Juan Manuel Esquiveldiferente durac
- Page 130 and 131: Juan Manuel Esquivella memorizació
- Page 132 and 133: Juan Manuel Esquivel• Los objetiv
- Page 134 and 135: Juan Manuel Esquivel“Es un enfoqu
- Page 136 and 137: Juan Manuel EsquivelEjemplos de eva
- Page 138 and 139:
Juan Manuel Esquivel5. Un informe d
- Page 140 and 141:
Juan Manuel EsquivelConocimiento es
- Page 142:
Juan Manuel EsquivelAdemás debe pr
- Page 146 and 147:
Difusión y uso de resultadosde eva
- Page 148 and 149:
Patricia McLauchlan de Arreguien el
- Page 150 and 151:
Patricia McLauchlan de ArreguiLOS U
- Page 152 and 153:
Patricia McLauchlan de ArreguiHasta
- Page 154 and 155:
Patricia McLauchlan de Arreguicaci
- Page 156 and 157:
Patricia McLauchlan de Arreguiárea
- Page 158:
Patricia McLauchlan de ArreguiEl an
- Page 161 and 162:
Los resultados de las evaluaciones
- Page 163 and 164:
Los resultados de las evaluaciones
- Page 165 and 166:
Los resultados de las evaluaciones
- Page 167 and 168:
Los resultados de las evaluaciones
- Page 169 and 170:
BibliografíaCarr, W. (1995), Una t
- Page 171 and 172:
BibliografíaGoh, S. C., Cousins, B
- Page 173 and 174:
BibliografíaMokate, K. (2000), El
- Page 175 and 176:
BibliografíaSantibáñez, L., Mart
- Page 178 and 179:
Los autoresElena MartínProfesora d
- Page 180:
Los autoresAlejandro TianaDoctor en