Tecnociencia_Deporte_Sociedad_Vol3
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<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 35<br />
EL COMPORTAMIENTO INESPERADO<br />
DEL NANOMUNDO<br />
Para tener una percepción adecuada del impacto de la nanociencia<br />
y la nanotecnología en el deporte de alta competencia<br />
es indispensable comprender algunos elementos<br />
esenciales acerca del comportamiento de los sistemas en<br />
la escala de tamaño de un nanómetro y, sobre todo, entender<br />
por qué las propiedades de la materia pueden llegar a<br />
depender crucialmente del tamaño de la muestra.<br />
Es en cierto modo reconfortante para nuestra comprensión<br />
de la naturaleza que la física cuántica, creada en la primera<br />
mitad del siglo XX, es perfectamente adecuada para entender<br />
las propiedades de la materia en un rango inmenso de<br />
tamaños, desde un átomo individual pasando por moléculas<br />
y agregados moleculares hasta llegar a sólidos.<br />
El prefijo nano se deriva de la palabra griega ‘văνος’, la cual literalmente<br />
significa enano. Usado en conjunto con una unidad<br />
de medida, el prefijo denota un factor de 10-9 o 0.000000001.<br />
Es decir, un nanómetro es un milmillonésimo de metro. En<br />
este contexto el uso de este prefijo, adoptado oficialmente en<br />
1960, no es muy distinto de los prefijos kilo (103), mili (10-3) o<br />
micro (10-6), que aplicados a un metro lo transforman en un<br />
kilómetro, un milímetro o un micrómetro, respectivamente.<br />
Un nanómetro es una unidad adecuada para las longitudes<br />
de conjuntos de átomos o moléculas que varían en número<br />
desde unos pocos átomos hasta miles de ellos.<br />
Para poner en una perspectiva más familiar el concepto conviene<br />
tener en mente que una dimensión atómica característica<br />
es del orden de un décimo de nanómetro, mientras que<br />
una célula humana es del orden de una micra, es decir mil<br />
veces más grande que un nanómetro; así mismo, un cabello<br />
humano tiene alrededor de 100.000 nanómetros de espesor.<br />
El mismo prefijo se puede emplear con cualquier otra magnitud<br />
física, como por ejemplo un nanogramo o un nanoamperio,<br />
para designar unidades muy pequeñas de masa y<br />
corriente eléctrica.<br />
La nanociencia y la nanotecnología discurren pues en la<br />
escala del nanómetro, y se refieren, respectivamente, a la<br />
comprensión fundamental y a la manipulación controlada<br />
de conjuntos pequeños de átomos y moléculas, e inclusive<br />
de átomos y moléculas individuales.<br />
Quizás venga como una sorpresa que buena parte de la<br />
química y la biología molecular ocurren en las mismas<br />
escalas espaciales; pero lo que ha dado a la nanociencia y<br />
la nanotecnología sus características particulares es la posibilidad,<br />
en una escala sin precedentes, de manipular las<br />
propiedades químicas y físicas de la materia controlando<br />
directamente el ensamblaje de átomos y moléculas.<br />
Esto ha sido enormemente facilitado por dos avances experimentales<br />
fundamentales:<br />
• El desarrollo de sondas nanoscópicas, como el microscopio<br />
de efecto túnel (STM), y su pariente cercano<br />
el microscopio de fuerza atómica (AFM), que<br />
permitieron la primera manipulación de átomos individuales<br />
sobre superficies y la exploración in situ<br />
de fuerzas intermoleculares.<br />
• El desarrollo de técnicas de ensamblaje macromolecular<br />
y nanoscópico, que permitieron elaborar los bloques<br />
estructurales y funcionales para explorar la síntesis<br />
y el diseño químico de los nuevos nanomateriales.<br />
En otro intento por contar con un término que se refiera a<br />
las escalas intermedias entre lo microscópico (atómico) y lo<br />
macroscópico, en la escala del milímetro se suele hablar de<br />
sistemas mesoscópicos, como sinónimo de nanosistemas.<br />
El punto crucial, más allá de las distintas denominaciones,<br />
es que las propiedades de la materia en escala nanoscópica<br />
son fuertemente dependientes del tamaño, e inclusive<br />
de la forma del nanoobjeto. Esto último es particularmente<br />
sorprendente porque la idea de que las propiedades de<br />
una sustancia, digamos como el azúcar, dependan de si<br />
una porción de la misma es de forma cúbica o esférica, es<br />
completamente ajena a nuestra experiencia, a pesar de que<br />
poseemos la clara intuición de que la forma de un objeto es<br />
determinante para el ensamblaje con otro objeto, como en<br />
la construcción o la ingeniería, por ejemplo. En la nanoescala,<br />
tanto la forma como el tamaño son importantes.