16.07.2016 Views

La piel del lagarto

29MdL2f

29MdL2f

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

la habitación de los niños, aquí un jacuzzi, aquí un<br />

sitio donde estar solo, por favor. <strong>La</strong>s tetas algo pequeñas<br />

rozaban la mesa, se insinuaban bronceadas,<br />

sin sostén, los logros <strong>del</strong> topless en Martinica. Un<br />

día se le sentó a horcajadas, mojándole el pantalón<br />

con un jugo caliente. Luego todo fue muy rápido:<br />

la separación de Hercilia, los bienes partidos con un<br />

hacha, la casa vendida a medio terminar, el régimen<br />

de visitas a los niños.<br />

—Mario, no dije que no quería ir, escoje tú la<br />

playa y vamos, sin peos, por favor.<br />

El énfasis cansado de sus palabras producía en<br />

Mario el efecto de un estilete, de una descarga eléctrica<br />

recorriendo su columna vertebral, otra vez el<br />

temblor de las manos, el sudor leve sobre la frente<br />

quemada.<br />

—Lo de anoche fue demasiado.<br />

—¿Qué?<br />

—Todo lo que pasó anoche. ¿O ya no te acuerdas?<br />

—No mucho, no te queda bien ese tono misterioso<br />

palurdo, así que dime qué es lo que te tiene<br />

arrecho y paramos ¿sí?<br />

—No mucho, pero ¿nada? ¿nada? ¿nada?<br />

—Ya te dije: no mucho. Tú sí recuerdas muy bien,<br />

¿verdad, Mario?<br />

—Sí.<br />

136

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!