16.07.2016 Views

La piel del lagarto

29MdL2f

29MdL2f

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

en la Univeridad de Stanford (se escribe PhD pero<br />

se pronuncia piechdi). Se dice fácil aunque fueron<br />

trece años desde el primer examen de Anatomía y<br />

el primer profesor que me pidió la hora con sorna.<br />

Esa es otra historia, ya les dije.<br />

Irene me esperaba con una franelilla que le respetaba<br />

el ombligo y le daba apariencia de deportista<br />

aplicada. <strong>La</strong> pantaleta era mínima, casi un suspiro<br />

que protegía inútil sus nalgas poderosas y el nacimiento<br />

de las piernas, largas y blancas como los fantasmas.<br />

Ni un reclamo, ni un aspaviento, cero ironía<br />

acerca de la fecha de nacimiento <strong>del</strong> primogénito,<br />

ninguna duda tantas veces argumentada sobre el<br />

diagnostico de paternidad. Sólo la mirada tierna de<br />

miope, el gesto de niñita cuando se rascaba los pelitos<br />

suaves dónde la nacía el pubis.<br />

—¿Viste las noticias?<br />

—No. ¿Qué?<br />

—Coño, Casio, desapareció <strong>La</strong> Guaira, se desbordaron<br />

tres represas hay como cien mil muertos.<br />

Siempre exageran con el número de muertos.<br />

Termina convirtiéndose en una puja macabra, una<br />

posesión celosamente guardada, quien tiene la cifra<br />

más alta de difuntos, quien corta el aliento de los<br />

demás con un número inverosímil y por eso irrefutable.<br />

Decidí que no era mi problema. <strong>La</strong> tomé en mis<br />

142

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!