Libro Ídolos Maulinos

“Su nombre se asocia a la década de oro del ciclismo
talquino, reconocido y admirado en Chile y en el
extranjero, donde se recuerdan las grandezas de
un ídolo que se niega a morir”.
En su registro anota primeros lugares en innumerables torneos nacionales
y la participación en el Sudamericano de Uruguay, en 1958, donde fue el
mejor clasificado de la selección chilena, lo que constituye una de sus
mayores hazañas por tratarse de una competencia internacional en la que
se compitió frente a grandes potencias.
La gran fortaleza de Alvarado era la resistencia y la capacidad para
sacar ventaja a sus competidores. En cada prueba que participaba,
representando a la Asociación de Ciclismo de Talca y a su querido Club 21
de Mayo, era éxito asegurado.
La publicación semanal de la revista Estadio, del 19 de febrero de 1957,
daba cuenta de una entrevista dedicada a Alvarado. ¿Por qué me gustará
tanto esto? ¿Por qué no podré dejarlo? A los cocainómanos debe
sucederles lo mismo. ¡Si me dieran una de esas pastillas! Pero no, nunca
las usé y no las usaré ahora que estoy al final de mi carrera. Me daría
vergüenza. Y después gano, pensaré que he hecho trampa, que ganó la
droga y no yo. Es mejor así. Harta comida y café frío”.
“Mi padre tenía especial dedicación por el deporte y la familia. Siempre
se dice lo mismo, pero mi papá fue un ejemplo de conducta y coherencia,
nos transmitió valores esenciales que han marcado nuestras vidas”,
señala Patricio otro de sus hijos, quien de paso nos recuerda que además
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