Libro Ídolos Maulinos

se detiene y también participa en el circuito mundial todo competidor
de Río de Janeiro, Brasil. Entrena 3 semanas en el Club Itaimkeiko de
Sao Paulo Brasil y participa en el campeonato Internacional de Quito-
Ecuador y obtiene una concentración de un mes en el Club Sparvaguen
de Estocolmo-Suecia.
Esa ha sido la tónica en la trayectoria de Camila, una figura reconocida a
nivel nacional y una proyección internacional cada vez más importante.
Y es precisamente en esa línea, aparece el desafío de llegar a los Juegos
Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
“Uno de los procesos complicados es pasar de la etapa juvenil a la adulta.
Un deportista en el tenis de mesa madura alrededor de los 28 años, por
tanto para estar a nivel mundial, como yo lo quiero hacer, tengo que
seguir perseverando”.
“A esta altura de la vida, como persona, no tengo límites, creo que
puedo hacer realidad todos mis sueños. Trabajo día a día con
mucha rigurosidad, concentración y profesionalismo. Estimo que
tengo la capacidad y las ansias de hacerlo y de manera brillante”,
sentencia con seguridad y convicción. Camila es muy inteligente, de
mucha potencia física y técnica, precisamente fueron esos atributos los
que jugando un torneo nacional, en las instancias de semifinal, perdía
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