Libro Ídolos Maulinos

Un 19 de diciembre de 2003, la destacada Golfista Gloria Soto dejaba de
existir, luego de batallar sin treguas ni pausas con un cáncer terminal. Su
muerte causó conmoción entre sus amigos, repartidos por todo el país y
el mundo. Ellos siempre reconocieron su tenacidad, garra, compañerismo
y humildad.
“Mi hermana fue una gran persona. Traspasó todos sus conocimientos.
Fue una vida de sacrificios, que no conoció de debilidades, incluso ante
las situaciones más adversas”, señala Óscar el hermano menor de Gloria
Soto.
Coincidente con el pensamiento de Óscar, su hermano Patricio, señala
que siempre a Gloria se le recuerda como una persona alegre, entusiasta
y empeñosa. “Ella dejó una huella y como enseñanza, las ganas de triunfar
y a no bajar jamás los brazos. Pese a su enfermedad se mantuvo siempre
optimista y hasta el último de sus días luchó por vivir”
Sus triunfos parecen sacados de una enciclopedia, pero pertenecen
solamente a “Lola” o “La Maestra”.
Una deportista que dedicó su vida al deporte, sin claudicar ni rendirse
jamás, por más difíciles que fueran las circunstancias; una verdadera
devoción, ejemplo para los futuros campeones.
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