Libro Ídolos Maulinos

“Son pasajes de sus actuaciones más sobresalientes.
Son recuerdos que el tiempo agigantó en su
grandeza. Sus triunfos extraordinarios de campeón,
que mostraron la entereza de un hombre que supo
de glorias y honores”.
lo que decidió trasladarse a Santa Cruz, donde conoció a Alberto Herrera,
con quien formó una exitosa sociedad para la venta de ganado. “Lo mejor
de todo ello fue que conocí a Elba Herrera, hija de mi socio. Con ella,
el 10 de Junio de 1954, contraje matrimonio”, contó en más de alguna
oportunidad.
Don Ramón y la señora Elba formaron una familia cristiana, férreamente
unida junto a sus hijos, que eran la bendición del hogar y que con el
paso de los años llegaron a ser todos connotados profesionales: Alberto,
abogado y político; Ramón ,médico cirujano y profesor universitario;
Carmen Patricia, parvularia con mención en Arte y María Soledad,
secretaria bilingüe universitaria.
Don Ramón tuvo una vida de esfuerzo, sacrificio y lucha por su familia
y sus proyectos de vida. El poco tiempo que quedaba disponible era
destinado a su pasión: los caballos. La participación de Ramón Cardemil
en rodeos y competencias corraleras eran habituales. Nada se dejaba al
azar. Todo estaba calculado. Por cierto que también la preparación los
caballos. El gran momento estaba cerca.
El año 1962, Los Ángeles se vestía de gala obligados a responderle en
forma a las expectativas de la Federación del Rodeo Chileno, ya que
ésta designó a la sureña ciudad como sede de su primer Campeonato
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