Libro Ídolos Maulinos

Raúl Pinochet en una partida con
César Velásquez. Observa el gran
maestro Miguel Najdorf.
triunfo en un nivel de mayor exigencia. “Allí estaban Carlos Sará y
Carlos Silva. Me llamaba mucho la atención la categoría y calidad de
los participantes. Obtuve como premio un libro de ajedrez y desde ese
momento me dediqué definitivamente a estudiar esta disciplina”, recuerda
Raúl Pinochet.
Lejos de lo que pueda suponer, si bien el ajedrez no representa esfuerzo
físico en si, involucra un gran desgaste intelectual, y por ello resulta difícil
encontrar un ajedrecista gordo en una competición, ya que se queman
muchas energías.
“En mi caso yo estudiaba seis horas diarias, tres en la mañana y tres en
la tarde, esfuerzo que no fue en vano ya que marcó mi forma de ser en
aspectos tan esenciales como la responsabilidad y disciplina. Siempre he
dicho que con todo lo que estudié de ajedrez, me hubiera recibido de
médico dos veces”.
Los avances sistémicos le permitieron iniciar su participación en el
Campeonato Nacional donde fue protagonista durante varias temporadas,
hasta lograr el título Nacional en una apasionante final, en la que derrotó
inapelablemente al entonces campeón de Chile, Eduardo Arancibia.
Este triunfo le otorgó pasajes para asistir en representación de Chile al
Panamericano, que se realizó en Cascabel, Brasil, donde disputó tres
partidos por la selección chilena, con dos empates y una derrota.
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