Libro Ídolos Maulinos

ecupero el dinero”. Lo que no sospechaba mi amigo Ángel Bartolomé, es
que allí estaría el “problema”, ya que efectivamente adquirió el automóvil,
lo corrió, pero no se bajó de él en muchos años, marcando presencia en
cada una de las competencias que se disputaban en distintos puntos del
territorio, con el aval de los buenos resultados y esas presentaciones que
rayan en lo increíble.
Para el registro histórico, en su debut en el Rally Mobil 2003, que se
corrió en la zona de Pelarco, Bartolomé logra el octavo Lugar entre 22
participantes de la categoría N-2. Ese mismo año, en su segunda carrera,
obtiene el segundo lugar en el Rally de Calbuco.
“Siempre era meritorio estar de la mitad para arriba en los tiempos, a
pesar, de estar recién apareciendo en la actividad del Rally, que exige un
alto nivel de preparación, concentración y conocimientos, dada la calidad
de los competidores”.
El 2004 se impone desafíos mayores y es así como se da a la tarea de
conseguir auspicios e invertir en un auto Renault Clyo, cero kilómetro,
el cual fue preparado en Argentina por los hermanos Baratero y que
rápidamente comenzaría a surtir los efectos esperados. En el Rally de Viña
del Mar, los medios escritos especializados en titulaban: “Bartolomé da el
primer golpe”, en referencia a un prime donde el piloto talquino supera
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