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COLABORACIONES · Persiguiendo a las abejas por fundo ajeno<br />
que declarar? Como ya iba advertido de la vez anterior,<br />
no llevaba ni expediente, ni esquema, ni nada parecido,<br />
pero el Agente no se debió quedar muy convencido y le<br />
hizo pasar por el arco, ahora readaptado a detector de<br />
papel, provocando el estruendoso sonido de las sirenas<br />
de alerta. ¡Ya le había dicho que si<br />
tenía algo que declarar! ¡Deje en<br />
la bandeja todo lo que tenga papel!<br />
Pero mire, si es el papel de<br />
los cigarrillos, la foto de la familia<br />
y el cuponazo de la O.N.C.E.<br />
¡De ninguna manera! No puede<br />
pasar con eso. Déjelo aquí y después<br />
lo recoge.<br />
No había conseguido olvidar<br />
la vergüenza pasada en esos sucesos,<br />
pero ya había que ponerse<br />
a enviar la demanda. Vamos a<br />
ello. Lexnet, clave, permitir, clave,<br />
ejecutar, clave, datos del defendido,<br />
y procedimiento, y… problema<br />
sin solución: diga Vd. el N.I.G. Lo<br />
primero es que no sabía para qué<br />
se solicitaba -¿curiosidad?- dado<br />
que el procedimiento estaba identificado, pero además<br />
mientras que la máquina pedía y requería diecinueve<br />
dígitos, el N.I.G. que facilitaba el Juzgado sólo contenía<br />
dieciocho. Lo otro era una letra. Nada, que no hay manera.<br />
Habrá que buscar una solución, y en situaciones de<br />
guerra soluciones de guerra, se sustituye la letra por un<br />
dígito “a voleo” y acabamos. Así sí lo tomaba la máquina,<br />
pero el escrito podría desembocar en cualquier Juzgado<br />
de Hispania. Qué se le iba a hacer, ya se solucionaría en<br />
su momento.<br />
Pues ahora a subir documentos a enviar, y otra vez<br />
el mismo viacrucis. Y mientras que los documentos se<br />
subían, un nuevo recelo le invadió. Todas esas cosas<br />
debían de haber sido ideadas por el Maligno. Si ya era<br />
difícil entender que con el fax se introdujera un folio<br />
por un sitio, y apareciera por otro muy alejado, lo que<br />
le hacía suponer que posiblemente fuera un invento de<br />
un diablejo pero de los más tontorrones, al ser el fax una<br />
maldición de gran simpleza, esto del Lexnet ya no tenía<br />
nombre, y tendría a la fuerza que haber sido inventado<br />
por el mayor y más sabio de los Diablos. Un diablo, pero<br />
diablo, diablo, porque ¿Cómo podían pasar los bloques<br />
de documentos, las montañas de papel que tenía que<br />
enviar a través de un cable tan estrecho? Desde luego<br />
a eso no había sido capaz de encontrarle solución Estífen<br />
Joáquin, y ni siquiera Eduardo Punsez. Este último,<br />
también de Hispania (véase el apellido) había conseguido<br />
descifrar importantísimos problemas y enigmas del<br />
pan de molde, pero no lo de cómo era posible pasar un<br />
mamotreto de folios a través de un cable de tan escasa<br />
sección.<br />
Sumido en estas diatribas, los papeles ya estaban subidos<br />
o cargados, sólo faltaba que no “pesaran” mucho.<br />
Hubo suerte y no “pesaban”. De hecho, para la oportuna<br />
comprobación, tomó el monitor en vilo, y creía que no<br />
había aumentado su peso con la subida de documentos,<br />
de forma tal que consiguió enviar el mensaje.<br />
Agotado como estaba, y con casi la jornada laboral<br />
consumida, decidió dejar para otro momento o día un<br />
envío que le quedaba que era del turno de oficio, lo que<br />
le llevó por asociación de ideas, a una última reflexión.<br />
¿Seguro que no se le había<br />
ocurrido a nadie más que a él?<br />
Pues véte a saber, pero era posible<br />
dado que Castélez consideraba<br />
que vivíamos instalados en la<br />
estupidez. ¿Sería que aunque alguien<br />
hubiera caído en la cuenta<br />
no quería decirlo? Muy probable,<br />
pues quién iba a ser capaz de ponerle<br />
el cascabel al gato.<br />
En cualquier caso a él sí se le<br />
había ocurrido, pero aunque no<br />
tuviera instalado microchip ni<br />
código de barras, no sería tan<br />
temerario de expresar tal pensamiento,<br />
y mucho menos por<br />
escrito, pues corría el peligro<br />
anteriormente anunciado de ser<br />
señalado por un dedo acusador. Lo guardaría celosamente,<br />
y como mucho lo incluiría en testamento, como si<br />
fuera el reconocimiento póstumo de un hijo.<br />
¿Cuál era la tan peligrosa idea?<br />
Pues consistía en que dado el incordio del Lexnet, ya<br />
imparable -era la niña de los ojos de uno de los druidas<br />
patrios, que además se encontraba muy orgulloso<br />
del invento- y el también exasperante y costoso (en dinero,<br />
tiempo, y medios) engorro de la justificación del<br />
turno de oficio, ¿Resultaría tan difícil, incluir en los<br />
procedimientos con asistencia jurídica gratuita, una<br />
clave que permitiera identificarlos, y remitirlos automáticamente<br />
dónde fuera necesario para justificar el<br />
Turno de Oficio? Con esa clave, los asuntos estarían inmediata<br />
y automáticamente justificados, y se cumpliría<br />
con la Ley (la Administración no puede solicitar los documentos<br />
que ya tiene) consiguiendo además una considerable<br />
descarga de trabajo a los Colegios de Abogados<br />
–y colegiados-, economizando gastos.<br />
Castélez lo veía muy claro, pero no lo diría bajo ningún<br />
concepto.<br />
Eso sí, de haberle tocado pertenecer al pueblo germánico,<br />
no habría prestado ni un céntimo a Hispania.<br />
Nota.- A excepción de la videoconferencia y el Lexnet, el<br />
resto del relato es imaginario, sin existir ninguna otra similitud<br />
con la realidad, que no sea mera coincidencia. ¿Ninguna<br />
más? Bueno no, hay otras dos: Castélez también existe, y la<br />
otra se deja para identificación por el hipotético lector.<br />
Nota final.- El presente articulillo se dedica de corazón, a<br />
mi buen amigo “Bernardo” (Bernardo Carlos Falcón Martín)<br />
con quien me unían además de una gran amistad, nuestras<br />
comunes “chaladuras y excentricidades”.<br />
Articulillos en preparación: Al parchís se saca con cinco.<br />
Ochocientos son más que mil. Y otros….<br />
82 Sala de Togas · Ilustre Colegio Provincial de Abogados de Almería Julio 2017