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Allá abajo (Crónicas Femeninas)

“Allá abajo (crónicas de adoctrinamiento femenino)” es una novela propuesta como una conversación entre amigas donde sus protagonistas irán exponiendo sus fantasmas, placeres y desplaceres que condicionan su vida íntima. A través de los capítulos se verán enfrentadas a situaciones que le harán replantearse su posición frente a su sexualidad y al conocimiento de su órgano genital. Todo parte de un hecho casi casual: Mónica, la protagonista, ante una propuesta de su pareja, se pregunta si debe depilarse por completo aquello que su madre llamaba sus “partes íntimas”. Es el puntapié inicial de esta deliciosa novela donde se exponen las charlas de un grupo de mujeres que, como muchas de su generación, recibieron como herencia mandatos sociales entre los que se incluye la ignorancia respecto a su anatomía genital, y la idea que tenían de estar conformes cumpliendo su rol, en un segundo plano. Cada una de las mujeres de esta historia transitará un camino hacia el autoconocimiento sexual y la libertad en el terreno del placer erótico, alejándose de prejuicios, y posicionándose en el centro de la escena. Conflictos, “rollos” e inhibiciones, creados en un marco educativo y social dominado por tabúes, y aquellas libertades que ha conquistado el antes llamado “sexo débil”; se desarrollan y exponen a través del relato de las protagonistas. De manera clara y contundente, por medio de experiencias propias y ajenas, intentarán modificar su presente desnudando su pasado.

“Allá abajo (crónicas de adoctrinamiento femenino)” es una novela propuesta como una conversación entre amigas donde sus protagonistas irán exponiendo sus fantasmas, placeres y desplaceres que condicionan su vida íntima. A través de los capítulos se verán enfrentadas a situaciones que le harán replantearse su posición frente a su sexualidad y al conocimiento de su órgano genital. Todo parte de un hecho casi casual: Mónica, la protagonista, ante una propuesta de su pareja, se pregunta si debe depilarse por completo aquello que su madre llamaba sus “partes íntimas”. Es el puntapié inicial de esta deliciosa novela donde se exponen las charlas de un grupo de mujeres que, como muchas de su generación, recibieron como herencia mandatos sociales entre los que se incluye la ignorancia respecto a su anatomía genital, y la idea que tenían de estar conformes cumpliendo su rol, en un segundo plano. Cada una de las mujeres de esta historia transitará un camino hacia el autoconocimiento sexual y la libertad en el terreno del placer erótico, alejándose de prejuicios, y posicionándose en el centro de la escena. Conflictos, “rollos” e inhibiciones, creados en un marco educativo y social dominado por tabúes, y aquellas libertades que ha conquistado el antes llamado “sexo débil”; se desarrollan y exponen a través del relato de las protagonistas. De manera clara y contundente, por medio de experiencias propias y ajenas, intentarán modificar su presente desnudando su pasado.

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Capítulo 2. Ellas y lo suyo<br />

I.<br />

De mujer a mujer, te digo: las reuniones en la casa de Alejandra no terminaban<br />

de convencerme, al principio. Después, bueno... ¿Viste cómo son estas<br />

cosas, no? Te hacés más amiga, más compinche... A mí a veces me cuesta<br />

franquearme con la gente, no sé, hablar de ciertas cosas. Después sí, me abro,<br />

pero que tardo, tardo bastante. Y en aquella época, disculpáme, te hablo como<br />

si hubiesen pasado años, fue hace unos meses nomás. Por entonces la cosa era<br />

que yo andaba algo obsesionada con lo de la depilación total de allá <strong>abajo</strong> y lo<br />

que dejaba al descubierto. ¿Nunca se te ocurrió? Que te quede peladita, como<br />

la de una nena. Sí, no te voy a decir que no lo había pensado nunca pormi misma<br />

pero, en realidad, todo comenzó con la propuesta de Alberto.<br />

Te decía de las reuniones en la casa de Alejandra. ¿Desde cuándo las<br />

conocía a la dueña de casa, a Virginia, a Alicia, Gabriela, a la española Susana? La<br />

verdad, es que ellas (salvo Susana que se incorporó a último momento) eran más<br />

amigas de Andrea, mi socia en la agencia de viajes, un poco fui yo la introducida<br />

en sus reuniones gracias a ella.<br />

Después… bueno, nos fuimos haciendo más y más amigas, un poco por<br />

frecuentarlas, otro poco porque el paso del tiempo hace cosas como ésas. Las<br />

mujeres siempre estamos solas en este mundo de hombres; las casadas como<br />

Alejandra, también, aunque están solas de otra manera. Y cuando te juntás, vos<br />

viste, de a poco te vas abriendo. Como cuando somos chicas, no. Cuando somos<br />

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