Cordero de Dios. La sustitución como mecanismo de Dios. El fin de los sacrificios
Análisis de la sustitución como mecanismo que ha realizado Dios, a través de la historia casi reciente de la humanidad, para lograr reencauzarla llevándola al camino del amor al prójimo, alejándola de falsas espiritualidades y errores en las concepciones de la divinidad. Reemplazos necesarios para sustituir lo errado, lo malo, lo peligroso -de supuestas espiritualidades-, por lo bueno, lo sano, lo edificante, lo amoroso. Sustituyendo, reemplazando, el odio por el amor, y la muerte por la vida.
Análisis de la sustitución como mecanismo que ha realizado Dios, a través de la historia casi reciente de la humanidad, para lograr reencauzarla llevándola al camino del amor al prójimo, alejándola de falsas espiritualidades y errores en las concepciones de la divinidad. Reemplazos necesarios para sustituir lo errado, lo malo, lo peligroso -de supuestas espiritualidades-, por lo bueno, lo sano, lo edificante, lo amoroso. Sustituyendo, reemplazando, el odio por el amor, y la muerte por la vida.
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“Después tomó pan y, dando gracias,
lo partió y se lo dio diciendo: «Esto es
mi cuerpo, que es entregado por ustedes.
Hagan esto en memoria mía.» Hizo
lo mismo con la copa después de cenar,
diciendo: «Esta copa es la alianza nueva
sellada con mi sangre, que es derramada
por ustedes».” Lucas, 22
La sangre de la nueva alianza es un lazo que nos
ata por conciencia de lo que significa, y cuanta más
conciencia tomamos de lo que es la sangre derramada
en sacrificio más fuerte es el lazo a Dios. Ya
que en la medida que comprendamos la barbaridad
de haber realizado sacrificios, y la misericordia
de Dios que soportó estas acciones con infinita
comprensión y amor, más debemos estar agradecidos
por el trabajo liberador que hizo. El habernos
defendido, el haber confiado en nosotros.
El pan que se come en memoria de la última cena
como mandó Jesús que se hiciera se llama Hostia.
Hostia significaba “víctima” en latín, entre los ro-