Cordero de Dios. La sustitución como mecanismo de Dios. El fin de los sacrificios
Análisis de la sustitución como mecanismo que ha realizado Dios, a través de la historia casi reciente de la humanidad, para lograr reencauzarla llevándola al camino del amor al prójimo, alejándola de falsas espiritualidades y errores en las concepciones de la divinidad. Reemplazos necesarios para sustituir lo errado, lo malo, lo peligroso -de supuestas espiritualidades-, por lo bueno, lo sano, lo edificante, lo amoroso. Sustituyendo, reemplazando, el odio por el amor, y la muerte por la vida.
Análisis de la sustitución como mecanismo que ha realizado Dios, a través de la historia casi reciente de la humanidad, para lograr reencauzarla llevándola al camino del amor al prójimo, alejándola de falsas espiritualidades y errores en las concepciones de la divinidad. Reemplazos necesarios para sustituir lo errado, lo malo, lo peligroso -de supuestas espiritualidades-, por lo bueno, lo sano, lo edificante, lo amoroso. Sustituyendo, reemplazando, el odio por el amor, y la muerte por la vida.
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
9
ABRAM
Hagamos un racconto de la situación. Dios le
da a la humanidad su imagen y semejanza, lo cual
hace que el enemigo se revele ante el hecho de
compartir -con esos seres que claramente considera
no merecedores- su similitud con Dios. De este
odio surge el interés de hacer tropezar al hombre y
lograr el enojo de Dios al punto que este extermine
a esos seres, esos humanos que ostentan la similitud
de Dios.
Dios se ve obligado a tomar medidas ante el desmadre
en el que su pueblo había caído, -ese pueblo
que Dios había diseñado a partir de Adan y Eva
para reparar los errores en los que había caído la
humanidad inducida por el enemigo-, pero no extermina
a todos porque ve a Noé como un justo, lo
que da por tierra el trabajo de la serpiente. A partir
de allí Dios hace un pacto eterno con su pueblo
y a través de él con la humanidad. La humanidad
77