Cordero de Dios. La sustitución como mecanismo de Dios. El fin de los sacrificios
Análisis de la sustitución como mecanismo que ha realizado Dios, a través de la historia casi reciente de la humanidad, para lograr reencauzarla llevándola al camino del amor al prójimo, alejándola de falsas espiritualidades y errores en las concepciones de la divinidad. Reemplazos necesarios para sustituir lo errado, lo malo, lo peligroso -de supuestas espiritualidades-, por lo bueno, lo sano, lo edificante, lo amoroso. Sustituyendo, reemplazando, el odio por el amor, y la muerte por la vida.
Análisis de la sustitución como mecanismo que ha realizado Dios, a través de la historia casi reciente de la humanidad, para lograr reencauzarla llevándola al camino del amor al prójimo, alejándola de falsas espiritualidades y errores en las concepciones de la divinidad. Reemplazos necesarios para sustituir lo errado, lo malo, lo peligroso -de supuestas espiritualidades-, por lo bueno, lo sano, lo edificante, lo amoroso. Sustituyendo, reemplazando, el odio por el amor, y la muerte por la vida.
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lo desagradable del hecho, y también que comprendan
que la culpa de esa muerte cae sobre el
victimario. Lo que prefigura la aceptación de los
judíos por la crucifixión de Jesús, “su sangre sobre
nosotros y nuestros hijos”, pero no nos adelantemos.
La sangre de la víctima tiene consecuencia, el
matar tiene consecuencia. Esa consecuencia está
presentada en la sangre que mancha al victimario.
Por eso decía en la historia de Caín y Abel que la
sangre de Abel clamaba desde el suelo.
Recordemos que Dios intenta desde la Creación
que el hombre se alimente de vegetales. En este deseo
de marcar su dieta está presente el respeto a la
vida tanto de la humana como la de los animales:
“Dijo Dios: «Ved que os he dado toda
hierba de semilla que existe sobre la haz
de toda la tierra, así como todo árbol que
lleva fruto de semilla; para vosotros será
de alimento. Y a todo animal terrestre, y
a toda ave de los cielos y a toda sierpe de
sobre la tierra, animada de vida, toda la
hierba verde les doy de alimento.» Y así
fue”.
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