Cordero de Dios. La sustitución como mecanismo de Dios. El fin de los sacrificios
Análisis de la sustitución como mecanismo que ha realizado Dios, a través de la historia casi reciente de la humanidad, para lograr reencauzarla llevándola al camino del amor al prójimo, alejándola de falsas espiritualidades y errores en las concepciones de la divinidad. Reemplazos necesarios para sustituir lo errado, lo malo, lo peligroso -de supuestas espiritualidades-, por lo bueno, lo sano, lo edificante, lo amoroso. Sustituyendo, reemplazando, el odio por el amor, y la muerte por la vida.
Análisis de la sustitución como mecanismo que ha realizado Dios, a través de la historia casi reciente de la humanidad, para lograr reencauzarla llevándola al camino del amor al prójimo, alejándola de falsas espiritualidades y errores en las concepciones de la divinidad. Reemplazos necesarios para sustituir lo errado, lo malo, lo peligroso -de supuestas espiritualidades-, por lo bueno, lo sano, lo edificante, lo amoroso. Sustituyendo, reemplazando, el odio por el amor, y la muerte por la vida.
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estaba mal, lo correcto y lo incorrecto, y a partir
de allí se armó un nuevo sistema de convivencia,
de lo aceptado o no socialmente pero en un nuevo
nivel más alto de espiritualidad y amor. Por lo que
podemos apreciar en ella muchos niveles evolutivos
simultáneos en los que el eje central es el amor
al prójimo, como condicionador del cambio.
Con la Ley se pasó de la venganza sin límites,
aquella de Lámek, vengado setenta y siete veces,
-donde setenta y siete veces es como decir ilimitado-,
pasando por la Ley del Talión que ponía un
límite a aquella venganza, (ojo por ojo, diente por
diente, limitado), para llegar al amor al que nos
hace mal, que enseñó Jesús, sin venganzas.
Ahora al final del proceso podemos ver al fin el
verdadero rostro de Dios. Un único Dios. Un Dios
que es amor, comprensión, misericordia, justicia,
razón. Para el que todo tiene un motivo. Para el
que no existen los caprichos. Un Dios que le tiene
paciencia y consideración hasta con aquellos que
se interponen y se oponen a sus designios aunque
en algún momento deban responder por sus acciones.
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