Revista Logistica 210 May-Jun 2020
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El cisne negro en la logística
Cualquier cadena de suministro está sujeta a cierto grado de riesgos, pocas compañías, sin
embargo, han implementado previsiones para sortear eventos extraordinarios que puedan
llevar a la paralización de operaciones.
Durante las últimas décadas, las economías del mundo han enfrentado varios acontecimientos
de este tipo, conocidos como “cisnes negros”: eventos con probabilidades de ocurrencia
extremadamente bajas y que, ahora, cada vez lo son menos.
Por ejemplo, el súbito cierre de fronteras por parte de Estados Unidos después de los atentados
del 11 de septiembre de 2001. La introducción por parte de China de cuotas de exportación
a alimentos de tierras raras en 2010. Ese mismo año, el colapso del tráfico aéreo en
Europa como resultado de la erupción de un volcán en Islandia. El terremoto y tsunami en el
este de Japón en 2011, las inundaciones en Tailandia más tarde ese mismo año. La guerra
comercial entre Estados Unidos y China. La renegociación del Tratado de Libre Comercio
entre Estados Unidos, México y Canadá (anteriormente conocido como TLC). La salida de
Gran Bretaña de la zona euro y en estos momentos la pandemia de un nuevo coronavirus.
La evolución de las cadenas de suministro a redes globales de suministro con múltiples
puntos nodales tuvo lugar en un entorno favorable en el que el mundo buscaba reducir las
barreras comerciales. La mayoría de los gobiernos y empresas aceptaban implícitamente la
interdependencia creciente aunque no se tenían muy claros los riesgos asociados que hoy
ya vivimos.
Después de los episodios de 2011, algunas compañías ajustaron sus cadenas de abasto y
multiplicaron sus proveedores para adquirir mayor robustez, sobre todo para componentes
provenientes de Japón. Pasados los años, sin embargo, regresaron incluso a esquemas de
proveedores únicos.
Frente a la guerra comercial entre China y Estados Unidos, muchas empresas se plantearon
la pregunta sobre si debían reemplazar a sus proveedores chinos; la realidad es que la tranquilidad
que significa hacer negocios como de costumbre se impuso nuevamente.
En el caso de la interrupción derivada del Covid 19, nadie podía haber previsto realmente lo
que sucedería cuando la segunda economía más grande del mundo se desconectó y cerró
sus conexiones logísticas con el exterior. Debido al nivel de dependencia global de abasto
de las fábricas en China, gran cantidad de empresas están hoy con la posibilidad de quedar
fuera del mercado.
Gastón Cedillo, investigador titular y director técnico del Laboratorio Nacional de Sistemas de Transporte y
Logística (SiT-LOG Lab). Información tomada del podcast Inteligencia Colectiva de abril de 2020.
¿Cómo han impactado estas medidas en las actividades productivas del país? Para
Aguilar, los efectos apenas empiezan a cuantificarse.
“Hay un gran impacto debido al cierre parcial de algunas actividades en aeropuertos, en
aduanas, puertos y carreteras. En algunos casos ha sido devastador, como lo ocurrido
en la industria de la moda. Este sector está completamente paralizado ante la declaratoria
del gobierno mexicano de emergencia sanitaria por causas de fuerza mayor producto
de la pandemia por Covid-19. Con esta declaratoria, centros comerciales de alto valor y
de la industria de la moda están completamente cerrados”.
La AOLM ha sido un observador privilegiado de la disrupción causada por el patógeno
en la industria mexicana. Su director destaca la parálisis por la que atraviesan grandes
centros comerciales y marcas como Liverpool o El Palacio de Hierro, actores que contribuyen
a la actividad económica del país de forma importante. Otras industrias, apunta,
como la del turismo, también se han visto fuertemente afectadas y no es claro cuándo
podrán recuperarse.
“Con el cierre de fronteras y con las medidas
tomadas en China, por ejemplo,
muchos componentes de la industria
automotriz se han visto afectados por la
clausura temporal de plantas y la parálisis
en las importaciones lo que significa un
golpe importante para las industrias”.
La respuesta desde la industria logística,
naturalmente, no se ha hecho esperar. La
AOLM ha tenido acciones de respuesta y
han reconfigurado su forma de trabajo con
sus socios a fin de mantenerse operativos,
para evaluar las afectaciones y proponer
una respuesta adecuada a la emergencia.
“Dentro de la asociación hemos realizado
un censo de los efectos, hemos mantenido
reuniones virtuales periódicas para
delimitar nuestros planes de acción y así
identificar cuáles han sido las afectaciones
que se han experimentado en la cadena
logística”, detalla Aguilar.
¿Qué se ha hecho frente
a la emergencia?
En México, al igual que en otras partes del
mundo, la declaratoria oficial de pandemia
por el nuevo coronavirus significó una reconfiguración
de las operaciones productivas.
Las nuevas tecnologías han jugado un
papel fundamental para que, pese a las medidas
de distanciamiento social, la cadena
logística se haya mantenido operativa.
Alejandro Hernández, director de Logística
y profesional de supply chain con más
de 20 años de experiencia en el campo,
destaca que la cultura colaborativa y la flexibilidad
han sido claves para hacer frente
a la emergencia.
“Sin duda, la forma de operar se ha visto
trastocada por el Covid-19. Hemos tenido
que ajustarnos a que las operaciones en
supply chain se realicen de forma virtual.
Entre los ejecutivos, uno de los principales
paradigmas a vencer es que la operación
puede concretarse de forma exitosa aunque
no se realice de forma física”, señaló
Hernández al describir la forma en que la
contingencia ha transformado las operaciones
logísticas en México.
Una de las principales pruebas que trajo
consigo la reorganización de los modelos
operativos por la declaratoria de pandemia
global ha sido, en efecto, lograr que el
personal trabaje de manera óptima desde
sus domicilios.
22 Énfasis Logística • Mayo - Junio 2020 •