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-jna lianura excepcional. y en us mpiia oruIacionesforma extonsas cuefl
cas cerradas. Los vientos ct,nstantes dl Norte que correrl hacia el Sur,
arrastran los escasos sapores qué vienen de lo mares y qué las cordifleras
jan pacer, lo cual hace que a6n en is (inks estaci6h de ilu vies que toda Ia
Rep(ihiee tiene, las iluvias sean raTes y dé muy débil precipitaciôn. Los
nicmos vientos prolucen una rapilisima evaporaciôn do las agnes de esas
fluvias. Las corrient-s NOfl (18 carcter inlerruitente y se agotan en las grandes
cuenecs cerrada-. La vegetación, es puce, en In mesa i quo nos referimos,
raquItka y pobre. Empero, sirve para la ganaderia y alimenta grandes rebañoc.
Desde ece punto de vista general. decentadas las dos pequelias ZOnas
agricolac que ya indicamos, ci resto do Ia mesa cc una zone ganadera do
grim importancia. Ademas, ccii zone ganadera, puede ( u vez dividirso en
doe, una quo es la situada al Norte, carltcteriza(ia por sue yacimientos de
carbôn de pielra que Ia hacen propôsito Ia realizaciôn (le las iridustries
tie fugo. y Ia otra que es Ia situada al Sur, inmediatamente después
de In zone fundamental do los cerealee, caracterizada por Ia producción de
materias primes de gran industria, como ci aigodôn, el ixtie, Ia lechugilla,
el guayule, etc.
La parte de Ia mesa dci Sur que no ocupa Ia zone fundamental de los cereales,
es tine frtiI zone agrIcola semi—tropical. Sn suelo quebrado of rece
pocas extensiones propias pare grandee cultivos; pero colocada en el vértice
de las cordilleras, v en la region en quo ci cartcter istmico del territorio nacional
so acentlia mucho, goza de liuvias ahundantes, y éetas, distribucdas en
anplio cistema de corrientes, Ia riegan con relative profusiOn. Esa zone ofrece
los productos vegotales de su naturaleza sem—tropicnl, cotno frutas de
mesa, café, cafla de az(icar, etc. No es apropOsito para in ganaderla en
grande.
Las vertientes exteriores de las cordilleras, 6 sean los p1an de descenso
tie las costas, ofrecen, como re natural, en fajas estrechas, zonaa tie dictinto
clima y por consiguiente do diferente carOcter. En las cordilleraa mismas ci
clime ec I rio, un poco niOs ebejo ci clime cc t-inpIaio, deepués semi—tropical,
y por tiltimo pienatnente tropical 6 caliente. Dada Ia l)OCS distancia que
hay do las cordilleras . las costas y Ia altura do esas mismas cordilleras, el
terreno estt formado per una srie de contrafuertes superpuestos que Psentan
aristas muy saliertes y hendecluras moy prounciada; por ello son
muy escasac las superficies propias pare ci cultivo, y a cause do la irregu.
landed que presentan las deigua1dades del terreno, lee zones se entrelazan
y cofifunden. Si en las zones altec se ericuentran los cereales, en las medias
so encuentran proluctos eem—tropicales, y en Ins calientes los grandes hoeques
de palmeras y maderas preciosas. Las iuvia scn torrenciales porque
los vaporer' de los mares no oncuentan en su camino hacia ci interior ul)Stacul()
aiguno r su 1)5 50, y se encuentran en las regiones altas eifriamientos
pie deteiminan una precipitaciôn copiosa. Eu in parte en qué las cordillorae
flanquean Ia mesa dcl Norte. muchas corrientes cc formen do las cordi-