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Tratamiento dado por e Sr. Gral. DIaz a los indigenas.—En<br />
l siemento indIgena, la rarna do los disper8o8, no se hacIa sentir 8mb por<br />
sue depredaciones, y no merecla otra coca quo Ia repreiôn y el castigo; el<br />
Sr. (ral. 1)iaz lee eupo dar el tratamiento adecuado con su acostumbrada<br />
energia. Empero, ha favorecido siempre la incorporaciôn do esos indigenac<br />
al compuesto general, sin ateuder al estado evolutivo en que so encuentran,<br />
cono lo prueba Ia buena acogida dada a los kikapoos, mediante por supuesto.<br />
en todo caso, Ia COndiciÔfl indeclinable devivir en pea. Rospecto de<br />
los indIgenas de las otras do ramas, es decir, do lo indiyenas incorporados<br />
y de los .sonteidos, en los cuatro grupoc do acción social quo formaban,<br />
o sea, en ci grupo del clero infcriar, en ci do los 8oldados, en ci do los propieorioo<br />
co7nUnnleS, y en ci de los joritulcros, se puede decir con propieds.d, quo<br />
estaban ya lejos do Ia pasividad real ó fingida que les era caracterfstica en Ia<br />
época colonial; pedlan ya también, y en cierto juodo, con alguna exigencia.<br />
El Sr. Oral. Diaz los atendiO, los ha seguido atendiendo y los atiende ain.<br />
A los indigenas del clero iaferior, los ha mantenido contentoc, con Ia suavizadOn<br />
do las leycs de Relorma, muy especialmente en lo quo se reflero al culto<br />
p(ihlico, dejandolos, de tarde en tarde, hacer libres manifestaciones de su<br />
cristianismo semi-idoiittrico, en ens fiestas, procesi000s, etc. De los indigenas<br />
rev,! ucionarios, ha empleado a los inc*s como soldados, pagandoles puntualmente<br />
sueldos stlieriores a los jornalos, y ha dado a los otroe, con las grandes<br />
obras piblica, jornalee que so aproximan mucho a los sueldos de los soldados.<br />
A los indIgenas propietarios comunoles, los ha mantenido quietOs, retardando<br />
is divisiOn de sue pueblos, ayudándolos a defender éstos, oyendo<br />
y representaciones contra los hacendadoc, contra os Gobernadoroe,<br />
etc. A los indgena.sJornaleros, cc decir, a los peones do los campoc, quo<br />
han sido los menos favorecidos directamente, lee ha suavizado en algo su condiciOn,<br />
con sOlo mantener Ia paz que perinite el cultivo que lee da jornales<br />
pernianentes. Ls indigenas no tienen en Ia prensa representaciOn alguna.<br />
Tjnjdad y soljdez del carácter del Sr. Gral. Diaz.—Nos da Is<br />
comprohaciOn do lee aprecaciOnee anteriores, ci desarrollu do Ia politics ha.<br />
oendaria del Sr. Oral. 1)Iaz. Desde ci principle de su Gobierno, que no-<br />
Sotros consideramos no mnterrunpidu or In l're&ideneia dcl Sr. Oral. (onztlez,<br />
Ct virtud de que in reepoiisabilidad de eca Presidencia fu suya, Ce<br />
propuso ante todo, hacer ci l'reSUl)UCStO lo xniis amplio que fuera posihie en<br />
eueldos y en grandee trabajos pitblicos. Esto, en años quo sogulan ii largos<br />
periodos (10 bancarrota, parecla Un contrasentido, y no pocas pereonss, entre<br />
elms un Minitro de Hacienda quo durO iuuy pocos thee, cc lo dijeron<br />
con fratqueza, obteniendo todos una contestaciOn que merece 8cr conserva-<br />
da por Ia historia: La i'°<br />
eodo trance, cae.ste lo jue cueste. Por entonces cos-<br />
tabs mae dinero del que e tenla. En efecto, primero con expcdientes y<br />
despues con empréstitos, el amigo grande, atendia, do preferencia, Ct satiafacer<br />
Ct sue awfgos, seguro do quo lo demCts vendria, como dice el Evangolio,<br />
por af 'u1idura. Cerca de veinte anos, mae 6 menos, ci Gobierno del Sr.