Consensos en las presentaciones sobre la regionalización oceánica

158 Pablo Wong
y sustentabilidad ambiental-, o el grado de desenvolvimiento de estos, no necesariamente
se debe presentar de manera homogénea. Los ritmos de avance
en el espectro temporal de cada uno de los ámbitos del DRS, dependerá de las
características particulares de cada formación social regional (Wong-González
2001). De ahí la importancia de las especificidades regionales.
Algunos analistas sustentan que la falta de un conocimiento profundo
acerca de las posibilidades y restricciones de los recursos naturales propios,
impide evaluar cuidadosamente el impacto regional de algunas de las políticas
macroeconómicas y sectoriales de mayor significación (Gligo 1986). Por
ello, Gligo plantea la necesidad de dominar y conocer el medio ambiente en
las regiones, ya que el tipo de proyectos de utilización de recursos naturales
influye fuertemente en la posibilidad de captación de excedentes y en la activación
económica.
En este sentido, puede decirse que la inclusión de la variable ambiental
en las cuestiones regionales, aspecto estrechamente ligado al ordenamiento
del territorio, ha propiciado una nueva dinámica teórica y procedimental en
los esquemas de desarrollo. Para algunos analistas, la incorporación de dicha
variable puede convertirse en una herramienta fundamental para que la
planeación regional cumpla efectivamente sus funciones de asignación, compensación
y activación, sobre todo con base la dimensión y tipo de programas
y proyectos de aprovechamiento de los recursos naturales (Gligo 1986).
También es muy relevante el cambio reciente en la percepción sobre el alcance
y objetivos fundamentales de la planeación espacial-regional. Este tipo de
planeación ha estado transitando hacia una mayor complejidad, al superar el
tradicional objetivo central del pasado en cuanto a la construcción del Estado
benefactor, para ahora plantear un objetivo más amplio que contempla el aseguramiento
de un desarrollo sustentable y el fomento de un desarrollo local
endógeno (OECD 1999).
El ordenamiento ecológico, como parte integral del concepto de ordenamiento
territorial más comprensivo que incluye el ordenamiento de los asentamientos
humanos y de las actividades productivas, no debe diseñarse e instrumentarse
de manera aislada de los procesos socioeconómicos y políticos.
Esta consideración conceptual y metodológica del ordenamiento ecológico ha
sido tomada en cuenta en los documentos oficiales del ordenamiento territorial
en México (INE-Semarnap 2000). Así, el ordenamiento ecológico se
considera una herramienta fundamental del ordenamiento territorial por la
vinculación que debe existir entre la orientación de los procesos de usos y