Consensos en las presentaciones sobre la regionalización oceánica

92 Anamaría Escofet
ma tasa de intercambio en el límite (e.g., descargas de tierra hacia agua) un
cuerpo receptor con contacto rectilíneo dispersará más y retendrá menos, y
uno con contacto cóncavo dispersará menos y retendrá más (Forman y Moore
1992). En el escenario específico de una interfase tierra-mar, cuando a gran
escala el contacto es recto, se tiene una margen costera franca, donde la transición
entre el continente y el verdadero océano es simple y directa. Cuando el
contacto es cóncavo o fuertemente cóncavo se tiene mares marginales, donde
dicha transición está mediatizada, y es potencialmente compleja, con todo lo
que esto conlleva en términos de autopurificación (Hayden et al. 1984, Healy
y Harada 1991). Sobre esa base, las figuras tradicionales de Océano abierto y
océano costero se refinan con las figuras de océano abierto de mar marginal y
océano costero de mar marginal y, en el caso del Pacífico mexicano, surge la
necesidad de considerar la figura de bahías marginales.
Como resultado de lo anterior, puede anticiparse que el esquema de franjas
paralelas a la costa resultará fuertemente modificado en esas inflexiones de
macroescala, sobre todo en lo referente al medio receptor. Para verificarlo, y
en apego a propuestas para programar la carga del entorno según la capacidad
asimilativa de los cuerpos receptores (Beltrami y Carroll 1978, Konovalov
1999, Healy y Harada 1991) puede hacerse un ejercicio teórico formando una
matriz de franjas paralelas a la línea de costa y tipos de mar (abiertos y marginales)
y comparar valores absolutos de carga del entorno según la capacidad
asimilativa del cuerpo receptor. Como resultado, puede demostrarse que el
incremento de 6.4 % ocurrido en la población costera de Baja California entre
1950 y 1965 (Padilla y Sotelo 2000) equivaldría a esa cifra sólo si los efluentes
de dicha carga poblacional fueran emitidos al océano abierto de una margen
costera franca, pero equivaldrían a un incremento del 21% si se emitieran a
Aguas marinas interiores de la parte norte del Golfo de California (Escofet
2004b).
Propuesta de metodología para la regionalización
costera en México
De los incisos anteriores se desprende que para ser operativa una regionalización
costera debe relacionarse explícitamente con la estandarización que exista
en el análisis espacial de la tierra y el mar. En segundo lugar, resulta que en el
caso de México, el esquema marino que se escoja debe ser explícito para representar
el mosaico de mares abiertos y semicerrados que lo rodean. A esto