You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Querida Kitty:<br />
La atmósfera sigue tensa. Pim tiene los nervios a flor <strong>de</strong> pi<strong>el</strong>.<br />
La señora Van Daan está resfriada, en cama, y su nariz es una<br />
verda<strong>de</strong>ra trompeta. El señor está ver<strong>de</strong>: no tiene un sólo cigarrillo<br />
para fumar. Duss<strong>el</strong>, como ha tenido que renunciar a muchas<br />
comodida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> inci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la otra noche, rabia y se agota<br />
con sus objeciones, etc. Por lo <strong>de</strong>más, en este momento no<br />
tenemos <strong>de</strong>masiada suerte. Hay un escape <strong>de</strong> agua en <strong>el</strong> W.C.,<br />
pues <strong>el</strong> caucho d<strong>el</strong> robinete se ha gastado; pero, gracias a nuestras<br />
numerosas r<strong>el</strong>aciones, pronto quedará arreglado.<br />
A veces soy sentimental, ya lo sé; en ocasiones tengo también<br />
una razón <strong>de</strong> serlo. Cuando, en medio <strong>de</strong> un estruendo insensato,<br />
no importa dón<strong>de</strong>, me encuentro muy cerca <strong>de</strong> Peter, sobre un<br />
duro cajón, su brazo alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> mi cintura, mi brazo alre<strong>de</strong>dor<br />
<strong>de</strong> la suya, y él juega con un mechón <strong>de</strong> mi p<strong>el</strong>o; cuando afuera<br />
los pájaros hacen vibrar sus cantos, cuando se ve rever<strong>de</strong>cer a los<br />
árboles, cuando <strong>el</strong> sol nos llama, cuando <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o está <strong>de</strong>masiado<br />
azul, ¡oh, entonces, entonces mis <strong>de</strong>seos ya no cuentan!<br />
Sólo veo rostros <strong>de</strong>scontentos y sombríos. No oigo más que<br />
suspiros y quejas reprimidas. Dijérase que, bruscamente, todo anda<br />
mal entre nosotros. En <strong>el</strong> anexo, cada uno p<strong>el</strong>ea con sus propios<br />
nervios, sin llegar jamás a una conclusión. Todos los días oímos.<br />
«¡Si esto tan sólo terminara!».<br />
Mis estudios, mis esperanzas, mi amor, mi valor, todo eso<br />
me hace mantener la cabeza alta y ser juiciosa.<br />
Estoy persuadida, Kitty, <strong>de</strong> que hoy me hallo un poco<br />
<strong>de</strong>scentrada, ignoro verda<strong>de</strong>ramente por qué. Todas las cosas se<br />
confun<strong>de</strong>n, no llego a enca<strong>de</strong>nar, y dudo muy seriamente que,<br />
más tar<strong>de</strong>, alguien pueda alguna vez interesarse por las tonterías<br />
que vu<strong>el</strong>co en estas páginas. Confi<strong>de</strong>ncias d<strong>el</strong> Patito Feo. Tal será<br />
<strong>el</strong> título <strong>de</strong> mis pap<strong>el</strong>otes. Los señores Bolkestein y Gerbrandy*<br />
© Pehuén Editores, 2001.<br />
)118(<br />
no hallarán gran interés en mi <strong>diario</strong>.<br />
Tuya,<br />
EL DIARIO DE ANA FRANK<br />
ANA<br />
Sábado 15 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1944<br />
Querida Kitty:<br />
Sobresalto tras sobresalto. ¿Se terminarán algún día? En<br />
verdad, nadie mejor que nosotros para formular esta pregunta.<br />
¿Adivina cuál fue <strong>el</strong> último que sufrimos? Peter se olvidó <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>scorrer <strong>el</strong> cerrojo <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong> calle (la cual siempre se cierra<br />
por <strong>de</strong>ntro todas las noches) y la cerradura <strong>de</strong> la otra puerta no<br />
funciona. Como consecuencia, <strong>el</strong> señor Kraler y los otros<br />
empleados no pudieron entrar en <strong>el</strong> edificio, por lo que tuvieron<br />
que molestar a los vecinos, forzar la ventana <strong>de</strong> la cocina y entrar<br />
por la parte <strong>de</strong> atrás. A Peter se le cae la cara <strong>de</strong> vergüenza por ser<br />
tan estúpido.<br />
Te aseguro que eso lo ha trastornado terriblemente. A la hora<br />
<strong>de</strong> comer, cuando mamá dijo que lo lamentaba sobre todo por<br />
Peter, éste casi se puso a llorar. Todos somos tan culpables como<br />
él, porque prácticamente todos los días los hombres preguntan si<br />
ha sido <strong>de</strong>scorrido <strong>el</strong> cerrojo y, precisamente hoy, nadie lo hizo.<br />
Tal vez logre consolarlo un poco más tar<strong>de</strong>; ¡me encantaría<br />
tanto ayudarle!<br />
Tuya,<br />
ANA<br />
Domingo en la mañana, poco antes <strong>de</strong> las once,<br />
* Dos integrantes d<strong>el</strong> gobierno holandés en él exilio, con se<strong>de</strong> en Londres.<br />
(N. d<strong>el</strong> T.).