17.01.2013 Views

el-diario-de-Ana-Frank

el-diario-de-Ana-Frank

el-diario-de-Ana-Frank

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

exactamente un año <strong>de</strong> la entrada <strong>de</strong> Duss<strong>el</strong> en <strong>el</strong> anexo. Con tal<br />

motivo, obsequió a mamá con un pequeño tiesto <strong>de</strong> flores, sin<br />

regalar absolutamente nada a la señora Van Daan. Ahora bien,<br />

ésta, mucho antes <strong>de</strong> la fecha memorable, había hecho diversas<br />

alusiones directas, dando claramente a enten<strong>de</strong>r a Duss<strong>el</strong>, que<br />

esperaba <strong>de</strong> él un pequeño recuerdo.<br />

En lugar <strong>de</strong> expresar su gratitud por la acogida <strong>de</strong>sinteresada<br />

que le hemos hecho, guardó un silencio absoluto. En la mañana<br />

d<strong>el</strong> 16 preguntó si <strong>de</strong>bía f<strong>el</strong>icitarle o presentarle mis condolencias;<br />

él me contestó que aceptaba lo uno o lo otro. Mamá quiso actuar<br />

como pacificadora, pero sin resultado; y todo sigue igual.<br />

¡El espíritu d<strong>el</strong> hombre es gran<strong>de</strong> pero pequeños sus actos!<br />

Tuya,<br />

ANA<br />

© Pehuén Editores, 2001.<br />

Sábado 2 7 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1943<br />

Querida Kitty:<br />

Anoche, antes <strong>de</strong> dormirme, tuve <strong>de</strong> repente una visión: Lies.<br />

La vi ante mí, cubierta <strong>de</strong> harapos, <strong>el</strong> rostro enflaquecido y<br />

hundido. Sus ojos me miraban fijamente, inmensos, muy tristes y<br />

llenos <strong>de</strong> reproche. Podía leer en <strong>el</strong>los: «¡Oh, <strong>Ana</strong>! ¡por qué me<br />

has, abandonado? ¡Ayúdame, ven a auxiliarme, hazme salir <strong>de</strong><br />

este infierno, sálvame!».<br />

Me es imposible ayudarla. Sólo puedo ser espectadora d<strong>el</strong><br />

sufrimiento y <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> los otros, y rogar a Dios que algún<br />

día pueda volver a verla. Vi solamente a Lies, a nadie más, y ahora<br />

comprendo. La juzgué mal,. yo era <strong>de</strong>masiado joven. Ella se había<br />

encariñado con su nueva amiga, y yo procedí como si quisiera<br />

quitárs<strong>el</strong>a. ¡Por lo que ha <strong>de</strong>bido pasar! Sé lo que es eso, porque<br />

también yo lo he experimentado.<br />

Antes, me sucedía, como un r<strong>el</strong>ámpago, que lograba<br />

)72(<br />

EL DIARIO DE ANA FRANK<br />

compren<strong>de</strong>r algo <strong>de</strong> su vida, pero enseguida volvía a caer<br />

mezquinamente en mis propios placeres y resabios. Fui mala. Ella<br />

acaba <strong>de</strong> mirarme con ojos suplicantes y rostro pálido. ¡Ah, que<br />

<strong>de</strong>samparada está! ¡Si tan solo pudiera ayudarla!<br />

¡Dios mío! Cuando pienso que yo aquí tengo todo cuanto<br />

puedo <strong>de</strong>sear, y que <strong>el</strong>la es víctima <strong>de</strong> una suerte terrible. Ella era<br />

por lo menos tan piadosa como yo. También quería siempre <strong>el</strong><br />

bien. ¿Por qué la vida me ha <strong>el</strong>egido a mí y por qué la muerte la<br />

aguarda quizás a <strong>el</strong>la? ¿Qué diferencia había entre <strong>el</strong>la y yo? ¿Por<br />

qué estamos tan alejadas la una <strong>de</strong> la otra?<br />

A <strong>de</strong>cir verdad, la había olvidado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía meses. Sí, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

hacía casi un año. Acaso no completamente, pero nunca se me<br />

había aparecido así, en toda su miseria. Lies, si vives hasta <strong>el</strong> final<br />

<strong>de</strong> la guerra y vu<strong>el</strong>ves a nosotros, espero po<strong>de</strong>r reunirme contigo<br />

y compensarte un poco por mi omisión.<br />

Pero es ahora cuando <strong>el</strong>la necesita <strong>de</strong> mi socorro y no más<br />

tar<strong>de</strong>. ¿Piensa todavía en mí? En caso afirmativo, ¿<strong>de</strong> qué manera?<br />

¡Dios mío, protég<strong>el</strong>a, para que al menos no esté sola! ¡Oh!, si<br />

Tú pudieras <strong>de</strong>cirle que la compa<strong>de</strong>zco y la quiero, tal vez<br />

encontraría la fuerza para soportar sus males.<br />

Que así sea. Porque no veo solución. Sus gran<strong>de</strong>s ojos me<br />

persiguen aún, no me abandonan. ¿Habrá encontrado Lies la fe<br />

en sí misma, o le habrán enseñado a creer en Dios?<br />

Ni siquiera lo sé. Nunca me tomé <strong>el</strong> trabajo <strong>de</strong> preguntárs<strong>el</strong>o.<br />

Lies, Lies, si pudiera sacarte <strong>de</strong> allí, si al menos pudiese<br />

compartir contigo todo lo que yo disfruto. Es <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>,<br />

ya no puedo ayudarla, reparar mis errores. Pero nunca más la<br />

olvidaré, y rezaré siempre por su suerte,<br />

Tuya,<br />

ANA<br />

Lunes 6 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1943

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!