17.01.2013 Views

el-diario-de-Ana-Frank

el-diario-de-Ana-Frank

el-diario-de-Ana-Frank

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Bastante vago, ¿no te parece?<br />

Hasta la próxima.<br />

Tuya,<br />

© Pehuén Editores, 2001.<br />

ANA<br />

Martes 20 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1942<br />

Querida Kitty:<br />

Aún me tiembla la mano aunque ya pasaron dos horas <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

que recibí ese susto. En <strong>el</strong> edificio hay cinco extintores <strong>de</strong><br />

incendios. El carpintero, o quien sea que se encarga <strong>de</strong> esa tarea,<br />

tenía que venir a recargar los aparatos; estábamos al corriente,<br />

pero nadie nos había advertido que era para hoy.<br />

Sucedió que ninguno <strong>de</strong> nosotros estaba haciendo intento<br />

alguno <strong>de</strong> permanecer en silencio. De pronto oí <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> r<strong>el</strong>lano<br />

fuertes martillazos d<strong>el</strong> otro lado <strong>de</strong> nuestra puerta-armario.<br />

Inmediatamente pensé en <strong>el</strong> carpintero, y fui a <strong>de</strong>cirle a Elli, que<br />

comía con nosotros, que no bajase. Papá y yo montamos guardia<br />

a la puerta para enterarnos en qué momento partía <strong>el</strong> obrero.<br />

Después <strong>de</strong> haber trabajado un cuarto <strong>de</strong> hora, <strong>de</strong>jó su martillo y<br />

sus otras herramientas sobre nuestro armario (así lo creímos) y<br />

golpeó a nuestra puerta. Todos pali<strong>de</strong>cimos. ¿Había oído algo y<br />

quería examinar aqu<strong>el</strong>la armazón misteriosa? Se hubiera jurado<br />

que era eso: golpeaba, tiraba, empujaba sin cesar. Aterrorizada,<br />

casi me <strong>de</strong>svanecí pensando que aqu<strong>el</strong> hombre, que nos era<br />

totalmente extraño, iba a <strong>de</strong>scubrir nuestro hermoso escondite.<br />

Y en <strong>el</strong> preciso instante en que creí llegaba mi última hora, oí la<br />

voz d<strong>el</strong> señor Koophuis, que <strong>de</strong>cía:<br />

- ¡Ábranme!, ¿quieren? ¡Soy yo!<br />

Le abrimos inmediatamente. Se le había trabado <strong>el</strong> pestillo<br />

que sujeta la puerta d<strong>el</strong> armario y d<strong>el</strong> que los iniciados se sirven<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> fuera, por eso, nadie pudo prevenirnos <strong>de</strong> la hora <strong>de</strong> los<br />

trabajos. El obrero se había ido, y <strong>el</strong> señor Koophuis, al venir a<br />

)26(<br />

EL DIARIO DE ANA FRANK<br />

buscar a Elli, no lograba abrir la puerta-armario.<br />

¡Qué alivio! En mi imaginación, aqu<strong>el</strong> tipo dispuesto a entrar<br />

en nuestro refugio asumía proporciones cada vez más formidables;<br />

a la larga, se había transformado en un verda<strong>de</strong>ro gigante y en <strong>el</strong><br />

fascista más fanático, por añadidura.<br />

Bien, afortunadamente, por esta vez, <strong>el</strong> miedo resultó<br />

infundado. Pero <strong>el</strong> lunes nos divertimos mucho. Miep y Henk<br />

Van Santen pasaron la noche con nosotros. Margot y yo dormimos<br />

con papá y mamá, con <strong>el</strong> fin <strong>de</strong> ce<strong>de</strong>r nuestro lugar a los jóvenes<br />

esposos. Comimos d<strong>el</strong>iciosamente bien. El festín fue interrumpido<br />

por un cortocircuito causado por la lámpara <strong>de</strong> papá. ¿Qué hacer?<br />

Había otros tapones en la casa, pero la caja con repuestos se<br />

encuentra en <strong>el</strong> fondo d<strong>el</strong> almacén; por eso, dar con él en la<br />

oscuridad era toda una empresa. Los hombres <strong>de</strong>cidieron, sin<br />

embargo, arriesgarse, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> diez minutos pudimos apagar<br />

las v<strong>el</strong>as.<br />

Hoy madrugué mucho. Henk tenía que irse a las ocho y media.<br />

Miep bajó a la oficina <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un buen <strong>de</strong>sayuno en familia,<br />

encantada <strong>de</strong> librarse d<strong>el</strong> trayecto en bicicleta, porque llovía a<br />

torrentes.<br />

La semana próxima, Elli, a su vez, vendrá a pasar una noche<br />

con nosotros.<br />

Tuya,<br />

ANA<br />

Jueves 29 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1942<br />

Querida Kitty:<br />

Papá está enfermo, y su estado me inquieta mucho. Tiene<br />

una erupción rojiza y alta fiebre; se diría que es sarampión. ¡Cómo<br />

te imaginarás, ni siquiera po<strong>de</strong>mos ir a buscar <strong>el</strong> médico! Mamá<br />

se esfuerza por hacerle sudar. Quizá su fiebre baje.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!