You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
profundida<strong>de</strong>s insondables.<br />
En momentos así, me olvido <strong>de</strong> papá, <strong>de</strong> mamá y <strong>de</strong> Margot.<br />
Indiferente, voy <strong>de</strong> una habitación a otra, subiendo y bajando las<br />
escaleras, y me veo como <strong>el</strong> pájaro cantor cuyas alas han sido<br />
cortadas y que, en la oscuridad total, se hiere al golpearse contra<br />
los barrotes <strong>de</strong> su estrecha jaula. Una voz interior me grita: «Sal a<br />
la calle, ríe, respira <strong>el</strong> aire puro». Ni siquiera contesto ya: me tiendo<br />
en un diván y me duermo para acortar <strong>el</strong> tiempo, <strong>el</strong> silencio y la<br />
espantosa angustia, porque no hay forma <strong>de</strong> matarlos.<br />
Tuya,<br />
ANA<br />
© Pehuén Editores, 2001.<br />
Miércoles 3 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1943<br />
Querida Kitty:<br />
Papá ha hecho traer un programa d<strong>el</strong> Instituto <strong>de</strong> Enseñanza<br />
<strong>de</strong> Ley<strong>de</strong>, con <strong>el</strong> fin <strong>de</strong> que nos distraigamos con una actividad<br />
educativa. Margot ha recorrido por lo menos tres veces <strong>el</strong><br />
voluminoso tomo, sin hallar en él un curso que le pareciera<br />
verda<strong>de</strong>ramente interesante. La <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> papá fue rápida: ha<br />
<strong>el</strong>egido un curso <strong>de</strong> «latín <strong>el</strong>emental» por correspon<strong>de</strong>ncia, que<br />
no ha tardado en llegar, y Margot se ha <strong>de</strong>dicado a él con<br />
entusiasmo. Es <strong>de</strong>masiado difícil para mí, aunque me habría<br />
gustado mucho apren<strong>de</strong>r latín.<br />
Como yo necesitaba también algo nuevo, papá ha pedido a<br />
Koophuis que le obtenga una Biblia para niños, con <strong>el</strong> fin <strong>de</strong><br />
ponerme al corriente d<strong>el</strong> Nuevo Testamento.<br />
-¿Es que quieres regalarle a <strong>Ana</strong> una Biblia para la fiesta <strong>de</strong> la<br />
Januka? -preguntó Margot, bastante consternada.<br />
-Si... pero pienso que la fiesta <strong>de</strong> San Nicolás será mejor<br />
ocasión -respondió papá-. No veo muy bien a Jesús en la Januka.<br />
)64(<br />
Tuya,<br />
EL DIARIO DE ANA FRANK<br />
ANA<br />
Lunes a la noche, 8 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1943<br />
Querida Kitty:<br />
Si tú leyeras mis cartas. una <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> otra, te sentirías sin<br />
duda impresionada por la gran variedad <strong>de</strong> estados <strong>de</strong> ánimo con<br />
que <strong>el</strong>las fueron escritas. No me agrada <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la atmósfera<br />
d<strong>el</strong> anexo, más bien me fastidia; pero no soy la única aquí, pues<br />
todo <strong>el</strong> mundo está malhumorado. Cuando leo un libro que me<br />
impresiona, necesito hacer un gran esfuerzo <strong>de</strong> readaptación antes<br />
<strong>de</strong> reunirme nuevamente con los habitantes <strong>de</strong> nuestra casa. De<br />
ser así, <strong>el</strong>los me juzgarían una especie <strong>de</strong> alienada. Notarás que<br />
paso en este momento por un período <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión. No sabría<br />
<strong>de</strong>cirte por qué he caído en tal pesimismo, pero creo que es mi<br />
cobardía, con la cual ando siempre forcejeando.<br />
Este anochecer, cuando Elli estaba todavía en <strong>el</strong> anexo,<br />
llamaron a la puerta, largo rato y con insistencia. Inmediatamente<br />
me puse pálida, tuve cólicos y palpitaciones, todo eso por la<br />
angustia únicamente.<br />
De noche, una vez acostada, me veo en una prisión, sin mis<br />
padres. Ora voy a la ventura por una carretera, ora me imagino al<br />
anexo pasto <strong>de</strong> las llamas, o ¡que vienen a buscarnos a todos<br />
durante la noche!<br />
Miep nos dice a menudo que nos envidia, porque todo es tan<br />
tranquilo aquí. Hay quizás en <strong>el</strong>lo algo <strong>de</strong> verdad, pero Miep olvida<br />
nuestras angustias diarias. Ya no concibo siquiera que <strong>el</strong> mundo<br />
pueda volver a ser normal para nosotros. Cuando se me ocurre<br />
hablar <strong>de</strong> la «posguerra» es para mí algo así como un castillo en <strong>el</strong><br />
aire, una cosa que nunca se realizará. Nuestra casa <strong>de</strong> antes, las<br />
amigas, las bromas en la escu<strong>el</strong>a... pienso en todo eso como si<br />
hubiera sido vivido por otra persona que no fuera yo misma.