Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
en poseer algo <strong>de</strong> esa perspicacia y hallar la ocasión <strong>de</strong> aplicarla.<br />
Tuya,<br />
ANA<br />
© Pehuén Editores, 2001.<br />
Lunes 24 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1944<br />
Querida Kitty:<br />
Me ha ocurrido una cosa muy extraña. Otrora; tanto en<br />
nuestra casa como en la escu<strong>el</strong>a, se hablaba <strong>de</strong> temas sexuales, a<br />
veces con misterio, a veces con vergüenza. Las alusiones sobre <strong>el</strong><br />
particular se hacían únicamente cuchicheando, y quien se mostraba<br />
ignorante era motivo <strong>de</strong> bromas. Yo juzgaba eso estúpido y<br />
pensaba: «¿Por qué hablan <strong>de</strong> esas cosas con tanto misterio? Es<br />
ridículo». Pero, como no podía remediarlo, me callaba todo lo<br />
posible o trataba <strong>de</strong> obtener información <strong>de</strong> mis amigas.<br />
Ya puesta al corriente <strong>de</strong> muchas cosas, hablé también <strong>de</strong><br />
<strong>el</strong>lo con mis padres. Mamá me dijo un día: «<strong>Ana</strong>, te doy un buen<br />
consejo. No discutas nunca este tema con muchachos. Si son<br />
<strong>el</strong>los los que empiezan a hablar <strong>de</strong> <strong>el</strong>lo, no respondas». Recuerdo<br />
todavía mi respuesta: «¡Claro que no, vaya una i<strong>de</strong>a!».<br />
Las cosas quedaron así.<br />
Al principio <strong>de</strong> nuestra permanencia en <strong>el</strong> anexo, papá, <strong>de</strong><br />
tiempo en tiempo, <strong>de</strong>jaba escapar <strong>de</strong>talles que yo hubiera preferido<br />
conocer por mamá, y amplié mi conocimiento gracias a los libros<br />
y a las conversaciones que se entablaban a mí alre<strong>de</strong>dor. Sobre <strong>el</strong><br />
particular, casi como excepción, Peter Van Daan nunca ha sido<br />
tan fastidioso como los compañeros <strong>de</strong> clase.<br />
Su madre nos contó una vez que ni <strong>el</strong>la ni en principio su<br />
marido habían hablado nunca <strong>de</strong> esas cosas con Peter. Por lo<br />
tanto, <strong>el</strong>la ignoraba hasta qué punto su hijo estaba informado.<br />
Ayer, mientras Margot, Peter y yo p<strong>el</strong>ábamos las papas,<br />
charlamos como <strong>de</strong> costumbre, y, al hablar <strong>de</strong> Muffi, yo pregunté:<br />
)83(<br />
EL DIARIO DE ANA FRANK<br />
-Seguimos sin saber si Muffi es un gato o una gata, ¿verdad?<br />
-No -repuso él-, es un macho.<br />
Yo me eché a reír diciéndole:<br />
- ¡Un lindo macho que espera gatitos!<br />
Peter y Margot rieron también. Peter había hecho notar, hace<br />
dos meses, que Muffi tendría gatitos a breve plazo: su vientre<br />
aumentaba a ojos vistas. El grosor, sin embargo, provenía <strong>de</strong><br />
muchas rapiñas, y los gatitos no parecían crecer y mucho menos<br />
nacer.<br />
Peter quiso <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse, y dijo:<br />
-Nada <strong>de</strong> eso. Si quieres, pue<strong>de</strong>s venir a comprobarlo tú<br />
misma. Mientras jugaba con él <strong>el</strong> otro día vi bien que es un macho.<br />
Imp<strong>el</strong>ida por mi gran curiosidad, lo acompañé al <strong>de</strong>pósito,<br />
pero Muffi no esperaba visitas y tampoco aparecía. Aguardamos<br />
un momento; luego, como teníamos frío, volvimos arriba.<br />
Después, por la tar<strong>de</strong>, oí que Peter bajaba <strong>de</strong> nuevo. Armándome<br />
<strong>de</strong> valor para atravesar sola la casa silenciosa, llegué al <strong>de</strong>pósito.<br />
Sobre la mesa <strong>de</strong> embalaje, Muffi jugaba con Peter, que acababa<br />
<strong>de</strong> ponerlo sobre la balanza para controlar su peso.<br />
-¡Hola! ¿Quieres verlo?<br />
Sin más miramientos, tendió al animal boca arriba, sujetándole<br />
hábilmente por las patas, y la lección comenzó:<br />
-Aquí tienes los órganos sexuales masculinos. Ahí algunos<br />
p<strong>el</strong>os, y eso otro es su trasero.<br />
El gato dio un respingo y volvió a ponerse sobre sus zarpitas<br />
blancas.<br />
Si otro muchacho me hubiera mostrado «los órganos sexuales<br />
masculinos», nunca más habría vu<strong>el</strong>to a mirarlo. Pero Peter<br />
continuó hablando sin segunda intención, con toda naturalidad,<br />
<strong>de</strong> este tema d<strong>el</strong>icado y acabó por ahuyentar en mi toda aprensión.<br />
Jugamos con Muffi, charlamos y nos marchamos<br />
<strong>de</strong>spreocupadamente d<strong>el</strong> enorme local.<br />
-Si quiero saber algo, siempre termino encontrándolo por<br />
casualidad en algún libro, ¿Tú no?