Descargar - Repositorio Institucional de la Universidad de El Salvador

Desde el 2000 hasta 2010, hemos presenciado el nacimiento y desarrollo de diversas
escenas urbanas, que se caracterizan principalmente por sus diferencias estéticas e
ideológicas.
Sin embargo, poseen algunas similitudes, que permiten comprender las razones por las que
los jóvenes deciden integrar una tribu urbana. Para Maffesoli y con base en la «Metáfora de
la tribu», una tribu es un grupo de personas que se fundamenta en una comunidad de
afectos, desarrolla maneras particulares de expresarse, genera una oposición a la otra tribu
de la cual precisamente va a diferenciarse.
Las tribus desarrollan entonces una estética particular, así como, una dimensión natural de
los afectos, que conlleva igualmente a más prácticas ciudadanas, que conducen a una
necesidad de mostrarse públicamente, de legitimarse.
Se ha logrado constatar que los miembros de las tribus urbanas no son jóvenes
exclusivamente. Hay muchas personas adultas que forman parte activa dentro de ellas,
aunque algunos manifiestan haber ingresado al grupo durante su juventud y permanecer
dentro de estos durante mucho tiempo, pues la tribu les da una manera de vivir.
Las tribus urbanas logran, sin proponérselo, establecer ciertos patrones de conducta entre
la mayoría sus miembros, podemos mencionar los siguientes: Existe un modelo estético que
regularmente es utilizado, hay un lenguaje característico en cada uno de ellos, su territorio
no es definido por el lugar de habitación de los miembros, escuchar determinados géneros
musicales; la manera de convivir en los conciertos, diferente en cada tribu, pero similar en
algunas situaciones de interacción. Además existen ciertos valores que son más
significativos como lo es el compañerismo, solidaridad, honor, orgullo, respeto. Asimismo,
hay una tendencia antisistema y contra los ordenes establecidos fuera de su núcleo.