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un comportamiento dotado tanto de un sentido subjetivo como de una significación social
obtenida 60 .
La observación participante propiamente dicha consiste en un proceso caracterizado por
parte del investigador, como una forma consiente y sistemática de compartir en todo lo que
permitan las circunstancias las actividades de la vida y, en ocasiones, los intereses y afectos
de un grupo de personas (Anguera, 1995) 61 .
El vínculo de interacción que se sostenga es muy importante, se trata de describir
minuciosamente todas aquellas acciones que implique comunicación. Se podría pensar que
se tratará de tomar apuntes de cada acción, pero el hecho de apuntar o tomar nota o apuntar
para el investigador significa poner atención especial en los elementos internos que se
buscan, signos, gestos verbales, no verbales.
El observador participante no puede decir lo que ocurre sin interpretarlo, y tal
interpretación a de comenzar por la identificación del punto de vista del nativo, de forma
que se garantice la subjetividad en términos emic de sus conclusiones. Se trata pues de la
utilización de criterios emic y etic, como se deduce de la propuesta de McIntyre (La
realidad social). La descripción en términos de los conceptos y creencias del sujeto debe
preceder a la descripción según los conceptos y creencias del investigador.
Acerca de esto se refiere también, Eloy Gómez Pellón en la Nueva etnografía, diciendo que
es posible mediante esta perspectiva emic (interna) y etic (externa) determinar las reglas de
las culturas.
60 Idem 58
61 Idem 59.